domingo, 14 de marzo de 2010

Sensacion y sentimiento


Gansit@s: Les mando aletazos transcontinentales, particularmente a los hermanos chilenos, esperando que poco a poco su amado país vaya dejando atrás las difíciles horas que han pasado, de cara a la reconstrucción del entorno físico.  ¡Sabemos de su espíritu inquebrantable que los habrá de poner en pie de nueva cuenta! 

CONTRALUZ Marzo 14, 2010
SENSACIóN Y SENTIMIENTO
María del Carmen Maqueo Garza
Marina Castañeda Gutman, psicoterapeuta y escritora, está por publicar una novela muy de actualidad, cuya trama tiene que ver con las relaciones virtuales.
   La autora es bien conocida por su postura radical en favor de la homosexualidad y los recién aprobados matrimonios entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal.  Ahora bien, con respecto a su nueva novela, ella conoce los fenómenos psicosociales que se dan en esta época marcada por la Globalización dentro de los cuales el uso de Internet es, sin lugar a dudas, de trascendental importancia.   A través de un ordenador podemos acceder a mundos geográficamente muy distantes; estamos en posibilidad de conocer épocas pasadas, y de dar rienda suelta a nuestra fantasía.  De este modo puede crearse una realidad virtual que corre aparejada con lo verdadero de nuestra propia persona, llegando en casos extremos a generarse una genuina dicotomía que conduce  a vivir vidas paralelas.
   Ser habitante del planeta Tierra en el siglo veintiuno conlleva una buena carga de estrés mismo que impregna nuestros pensamientos, actos y palabras; después de situaciones de extrema tensión salimos casi huyendo para venir a refugiarnos en nuestro nicho protector, conformado por la  familia, los amigos, un paraje,  o simplemente nuestro espacio personal dentro del hogar.  Muchas de las veces dicho espacio está relacionado con la tecnología de punta y los mundos de artificio que a través de ella creamos.
   Por una parte nuestros sentidos se encuentran saturados de elementos que tienen que ver con la violencia del exterior, presente en todo sitio donde se dan relaciones interpersonales, ya sea la vía pública, escuelas, sitios de trabajo, o los mismos lugares de diversión.  Por otro lado las oportunidades de recreación se han ido constriñendo, en parte por limitaciones económicas, y en parte por la inseguridad que ha producido una división de grupos humanos por diversas vías, siendo una de ellas la del temor.  Preferimos muchas de las veces quedarnos en casa, aunque sea solos, con tal de resguardarnos del riesgo que significa andar en la calle.
   Si tuviéramos un país de lectores esas reclusiones voluntarias redundarían en importantes beneficios; se desarrollaría el intelecto, enriqueceríamos nuestros modos de pensar y de actuar, y convertiríamos ese encierro en algo positivo.  Por desgracia no es el caso de México en donde la poca afición por la lectura habitualmente significa que procuremos una de dos,  la televisión o  la computadora, lo que no pocas veces nos lleva a terminar en un aislamiento cercano a lo patológico respecto a otros seres vivos, perdidos en los mundos irreales que los dispositivos electrónicos ofrecen.  Por este camino el saldo final es quizás  una sensación de gran soledad y profunda depresión.
   En el caso de la televisión tenemos detrás de lo que aparece en pantalla todo un aparato mercantil que define qué contenidos presentar y por qué modos, para obtener los resultados planeados.   Nos bombardean con noticias tantas veces manipuladas, informaciones censuradas, maquilladas o desvirtuadas.  Nos acosan con telenovelas que se han convertido poco a poco en una apología del sexo y  la violencia, o bien nos saturan con programas zonzos en los cuales la consigna es mantener al público televidente en un estado de marasmo mental.  De este corte hay un montón.
   La otra opción es el acceso a Internet mediante el cual podemos crear un "yo virtual" a la altura de lo que deseemos proyectar mediante la red, así ello sea una personalidad de artificio, absolutamente alejada de la realidad.  Del mismo modo podemos acceder a tantos sitios como queramos, lo que no pocas veces deriva en adicciones que de una u otra manera provocan daños en la personalidad del cibernauta.
   En tiempos pasados el acceso a la pornografía era limitado, para obtener dicho material gráfico  era menester hacerlo a través de un adulto, lo que no era tarea fácil para los jóvenes.  Hoy en día el Internet pone a la vista de los chicos mucho más de lo que podamos imaginar, se filtran hasta nuestros hogares diversos contenidos que  muchas de las veces van a provocar una distorsión de la realidad, y finalmente  fijaciones nocivas, o incluso desviaciones francas  en  la expresión de la propia sexualidad.
   Parafraseando la novela de la británica Jane Austen: "Sentido y Sensibilidad", yo diría que hoy en día el conflicto para nuestras jóvenes generaciones se da entre sensación y sentimiento.  A nosotros los mayores corresponde vigilar que nuestras jóvenes generaciones no pierdan a través de los sentidos todo aquello que el corazón tiene reservado para la hermosa tarea de trascender como personas plenas.   Que en tales mundos de artificio no se queden entrampados los preciosos sueños que ellos mismos alguna vez se propusieron alcanzar y hacer suyos.
maqueo33@yahoo.com.mx
 

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