miércoles, 29 de junio de 2011

A todos los ecuatorianos que hemos sido victimas...

Cuando el estado de derecho sirve para defender a los delincuentes psycos y no protege a sus ciudadanos decentes el sentido comun dicta que la gente tiene que defenderse como puede y tomar la administracion de justiucia en sus manos.
El poder judicial no puede ignorar estos conceptos que dicta el sentido comun,
Como que alguien no puede usar la democracia para llegar al poder y despues minarla so pretexto de que esta  no existe para los mas pobres o  u sar la democracia para perpetuarse en el poder
ese es el pensamiento al pie de la letra, de los que no pueden leer entre lineas , de los que que carecen de sentido comun, los paporreteros. o de los que instrumentalizan los valores pero con solo un fin: su propia satisfaccion.utilidad o provecho.
c mori
 
Ginapatty Aveiga Suarez9:02am Jun 29

A todos los ecuatorianos que hemos sido victimas de la delincuencia o que hemos visto que un amigo, familiar o conocido a sido victima de la delincuencia les pido que difundamos este mensaje en solidaridad del Dr. Gaston Alarcon Obando para que sienta que no esta solo en este momento. La policia lo busca por atropellar a uno de los 2 delincuentes que apuntaban con un revolver a su esposa e hija de 4 Vaya justicia..

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Ginapatty Aveiga Suarez <notification+yfo6tzj9@facebookmail.com>
Fecha: 29 de junio de 2011 09:02
Asunto: [cibermedicos] A todos los ecuatorianos que hemos sido victimas...
Para: cibermedicos <internetymedicos@groups.facebook.com>


Ginapatty Aveiga Suarez posted in cibermedicos.
A todos los ecuatorianos que hemos sido victimas de la delincuencia o que hemos visto que un amigo, familiar o conocido a sido victima de la delincuencia les pido que difundamos este mensaje en solidaridad del Dr. Gaston Alarcon Obando para que sienta que no esta solo en este momento. La policia lo busca por atropellar a uno de los 2 delincuentes que apuntaban con un revolver a su esposa e hija de 4 Vaya justicia..
Ginapatty Aveiga Suarez 9:02am Jun 29
A todos los ecuatorianos que hemos sido victimas de la delincuencia o que hemos visto que un amigo, familiar o conocido a sido victima de la delincuencia les pido que difundamos este mensaje en solidaridad del Dr. Gaston Alarcon Obando para que sienta que no esta solo en este momento. La policia lo busca por atropellar a uno de los 2 delincuentes que apuntaban con un revolver a su esposa e hija de 4 Vaya justicia..

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domingo, 26 de junio de 2011

YA SABEN TU DNI... y tu no sabes cual es su ADN. Cuidado con sycos

 hay  mas de 300 ,000 sueltos por todo el Peru. Algunos no tocan tu puerta y se meten ya estan dentro de tu casa viven contigo trabajan contigo
asi que no solo importa co\nocer elADNn DE LAS personas que ineratcuan contigo sino su ADN sobre todo el que condifica funciones de la amigdala.Ahh es que los caviares y marxistas dicen que son producto de la injusticta social
 
 
 
 
      MUCHO CUIDADO. Asunto: YA SABEN TU DNI... Nueva modalidad de asalto Importante aporte  que es bueno compartir

Hola, estar alertas, tener oído, ojo, pestaña y ceja.

Nueva modalidad de asalto ...

Pasan por tu dpto o casa, conocen tu nombre, DNI y dirección (las Notarías, la PNP, etc. tienen acceso a esta información en el RENIEC, vía Internet).

Ocurrió la semana pasada.
Tocaron el timbre en un departamento y, a quien atendió el intercomunicador, le dijeron "Ud. es fulano con DNI N°...."
El señor dijo que sí.
"Venimos a hacer un allanamiento". El hombre les dijo que no podía ser, ya que él  no tenía problemas con nadie.

Le contestaron: "Señor, si no colabora va a tener problemas con la Justicia ".

El señor les abrió la puerta. Vestían de civil (eso es factible) y ahí nomás lo encañonaron, lo maniataron y le robaron TODO).

Si les sucede a ustedes, no abran la puerta ni locos y de inmediato procedan a contestar:

"MUY BIEN, AHORA MISMO LLAMO A LA POLICÍA , AL 105 Y AL SERENAZGO ".


 Entonces, es probable que ahí termine el intento de asalto. Sin embargo, llamen al 105 y a Serenazgo de todosmodos para dar cuenta del hecho, porque es importante para la Policía y para mantener alejados a los frustrados asaltantes.

 

Pero además, compartan con todos los de la casa, incluso los empleados, esta experiencia para que estén advertidos !!!


 

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Jose Santos <optossantos@gmail.com>
Fecha: 26 de junio de 2011 05:22
Asunto: [promocion75sf] YA SABEN TU DNI... Nueva modalidad de asalto
Para: Jose Santos Espinoza <optossantos@gmail.com>


 

 

 

       Dr. José Santos Espinoza

Medico Cirujano Oftalmólogo

         Clinica RIcardo Palma

                    Torre "A"

Av. Javier Prado Este Nro 1038

         9no piso   -   San Isidro

Telefono 224-2224 anexo 1217

        Celular: 999-995-611

 

 

 

De: Raúl Calle [mailto:raulcalle@yahoo.com]
Enviado el: Sábado, 25 de Junio de 2011 07:50 p.m.

 

MUCHO CUIDADO.

 Asunto: YA SABEN TU DNI... Nueva modalidad de asalto

 Importante aporte  que es bueno compartir

Hola, estar alertas, tener oído, ojo, pestaña y ceja.

Nueva modalidad de asalto ...

Pasan por tu dpto o casa, conocen tu nombre, DNI y dirección (las Notarías, la PNP, etc. tienen acceso a esta información en el RENIEC, vía Internet).

Ocurrió la semana pasada.
Tocaron el timbre en un departamento y, a quien atendió el intercomunicador, le dijeron "Ud. es fulano con DNI N°...."
El señor dijo que sí.
"Venimos a hacer un allanamiento". El hombre les dijo que no podía ser, ya que él  no tenía problemas con nadie.

Le contestaron: "Señor, si no colabora va a tener problemas con la Justicia ".

El señor les abrió la puerta. Vestían de civil (eso es factible) y ahí nomás lo encañonaron, lo maniataron y le robaron TODO).

Si les sucede a ustedes, no abran la puerta ni locos y de inmediato procedan a contestar:

"MUY BIEN, AHORA MISMO LLAMO A LA POLICÍA , AL 105 Y AL SERENAZGO ".

 Entonces, es probable que ahí termine el intento de asalto. Sin embargo, llamen al 105 y a Serenazgo de todos

modos para dar cuenta del hecho, porque es importante para la Policía y para mantener alejados a los frustrados asaltantes.

Pero además, compartan con todos los de la casa, incluso los empleados, esta experiencia para que estén advertidos !!!

 

 

Criminal genes


The Nutshell
Criminal genes
Experts come together to revisit the controversial field of genetics and criminology
By Cristina Luiggi | June 22, 2011
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madamepsychosis | Flickr
How genes influence a person's risk for committing crimes has always been controversy-laden subject for experts, particularly criminologists and sociologists, who find it hard to disentangle it from notions of discrimination, racism, and eugenics. Yet as the general field of behavioral genetics gains momentum due to the recent explosion of genomic information, researchers are taking a hard, objective look at how inherited traits predispose people to violence and aggression.
This week for example, the National Institute of Justice's annual conference devoted its opening session to the creation of databases of newly discovered forensic genetic markers, The New York Times reports. Such genetic markers include the serotonin-controlling monoamine oxidase A enzyme (MAO), certain variants of which have been linked to increased impulsivity and aggression. But experts are quick to stress that these genes merely predispose an individual to such behaviors and that additional environmental factors—such as stress, socio-economic background, and even marital status—are usually required for the negative manners to manifest. Therefore, the challenge going forward is not only to produce a list of genetic markers associated with criminal behavior, but to also identify the environmental factors with which they interact.
http://the-scientist.com/2011/06/22/criminal-genes/
http://www.cvent.com/events/nij-conference-2011/agenda-1352e477d83a4ddcbefc9bc4a59c9acd.aspx
Plenary Sessions

Translating the Science of Community to Criminal Justice Practice (and Back)
Research shows that healthy communities share basic values, neighbors look out for one another, and social connections are strong. A groundbreaking study from one of the largest  research projects funded by the National Institute of Justice—the Project on Human Development in Chicago Neighborhoods—produced important understandings about community well-being and the relationship between neighborhoods and crime. The panelists on this plenary session are deeply committed to improved civic life and lower violence. They will discuss the research and its implications for thinking about community capacity and crime and draw on their own experiences to describe how the research affects their own diverse and changing communities.
 
• Edward F. Davis, Police Commissioner, Boston Police Department
• Michael A. Davis, Chief of Police, Brooklyn Park Police Department
• Robert J. Sampson, Henry Ford II Professor of the Social Sciences, Harvard University

http://www.nytimes.com/2011/06/20/arts/genetics-and-crime-at-institute-of-justice-conference.html?pagewanted=2&_r=3&adxnnl=1&adxnnlx=1309124960-4KQzoO1LamZqOQU3zQaifg
Genetic Basis for Crime: A New Look
By PATRICIA COHEN
Published: June 19, 2011
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It was less than 20 years ago that the National Institutes of Health abruptly withdrew funds for a conference on genetics and crime after outraged complaints that the idea smacked of eugenics. The president of the Association of Black Psychologists at the time declared that such research was in itself  "a blatant form of stereotyping and racism."
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The tainted history of using biology to explain criminal behavior has pushed criminologists to reject or ignore genetics and concentrate on social causes: miserable poverty, corrosive addictions, guns. Now that the human genome has been sequenced, and scientists are studying the genetics of areas as varied as alcoholism and party affiliation, criminologists are cautiously returning to the subject. A small cadre of experts is exploring how genes might heighten the risk of committing a crime and whether such a trait can be inherited.    
The turnabout will be evident on Monday at the annual National Institute of Justice conference in Arlington, Va. On the opening day criminologists from around the country can attend a panel on creating databases for information about DNA and "new genetic markers" that forensic scientists are discovering.
"Throughout the past 30 or 40 years most criminologists couldn't say the word 'genetics' without spitting," Terrie E. Moffitt, a behavioral scientist at Duke University, said. "Today the most compelling modern theories of crime and violence weave social and biological themes together."  
Researchers estimate that at least 100 studies have shown that genes play a role in crimes. "Very good methodological advances have meant that a wide range of genetic work is being done," said John H. Laub, the director of the justice institute, who won the Stockholm Prize in Criminology last week. He and others take pains to emphasize, however, that genes are ruled by the environment, which can either mute or aggravate violent impulses. Many people with the same genetic tendency for aggressiveness will never throw a punch, while others without it could be career criminals.
The subject still raises thorny ethical and policy questions. Should a genetic predisposition influence sentencing? Could genetic tests be used to tailor rehabilitation programs to individual criminals? Should adults or children with a biological marker for violence be identified?
Everyone in the field agrees there is no "crime gene." What most researchers are looking for are inherited traits that are linked to aggression and antisocial behaviors, which may in turn lead to violent crime. Don't expect anyone to discover how someone's DNA might identify the next Bernard L. Madoff.  
And that is precisely the problem, said Troy Duster, a professor of sociology and bioethics at New York University, who argues that studies examine not the remorseless and rapacious behavior of the rich and powerful, but the behavior of disadvantaged minorities. "Every era believes that the technology and the methodology have improved," he said, "but the science itself is problematic." 
One gene that has been linked to violence regulates the production of the monoamine oxidase A enzyme, which controls the amount of serotonin in the brain. People with a version of the gene that produces less of the enzyme tend to be significantly more impulsive and aggressive, but, as Ms. Moffitt and her colleague (and husband) Avshalom Caspi discovered, the effect of the gene is triggered by stressful experiences. 
Steven Pinker, a professor of psychology at Harvard whose forthcoming book, "The Better Angels of Our Nature," argues that humans have become less violent over the millenniums, suggests that the way to think about genetics and crime is to start with human nature and then look at what causes the switch for a particular trait to be flipped on or off.
"It is not a claim about how John and Bill differ, but about how every male is the same," he said. Understanding the genetics of violence can "tell you what aspect of the environment you should look at." 
He mentioned one of the biggest risk factors leading to crime: remaining single instead of getting married, a link uncovered by Mr. Laub and Robert J. Sampson, a Harvard sociologist who was a co-winner of the Stockholm Prize. Marriage may serve as a switch that directs male energies toward investing in a family rather than competing with other males, Mr. Pinker said.
Kevin Beaver, an associate professor at Florida State University's College of Criminology and Criminal Justice, said genetics may account for, say, half of a person's aggressive behavior, but that 50 percent comprises hundreds or thousands of genes that express themselves differently depending on the environment.
He has tried to measure which circumstances — having delinquent friends, living in a disadvantaged neighborhood — influence whether a predisposition to violence surfaces. After studying twins and siblings, he came up with an astonishing result: In boys not exposed to the risk factors, genetics played no role in any of their violent behavior. The positive environment had prevented the genetic switches — to use Mr. Pinker's word — that affect aggression from being turned on. In boys with eight or more risk factors, however, genes explained 80 percent of their violence. Their switches had been flipped.
A rash of new research has focused on self-control as well as callousness and a lack of empathy, traits regularly implicated in the decision to commit a crime. Like other personality traits, these are believed to have environmental and genetic components, although the degree of heritability is debated. 
In findings from a long-term study of 1,000 babies born in 1972 in a New Zealand town, Ms. Moffitt and her colleagues recently reported that the less self-control a child displayed at 3 years of age, the more likely he or she was to commit a crime more than 30 years later. Forty-three percent of the children who scored in the lowest fifth on self-control were later convicted of a crime, she said, versus 13 percent of those who scored in the highest fifth.  
But a predisposition is not destiny. "Knowing something is inherited does not IN ANY WAY tell us anything about whether changing the environment will improve it," Ms. Moffitt wrote in an e-mail. "For example, self-control is a lot like height, it varies widely in the human population, and it is highly heritable, but if an effective intervention such as better nutrition is applied to the whole population, then everyone gets taller than the last generation."
Criminologists and sociologists have been much more skittish about genetic causes of crime than psychologists.  In 2008 a survey conducted by John Paul Wright, who heads graduate programs at the University of Cincinnati's School of Criminal Justice, discovered that "not a single study on the biology-crime link has been published in dissertation form in the last 20 years" from a criminal justice Ph.D. program, aside from two dissertations he had personally overseen (one of which was Mr. Beaver's). He also noted that the top four journals in the field had scarcely published any biological research in the past two decades.
Mr. Wright said he now thinks "in criminology the tide is turning, especially among younger scholars."
But recent work has tended to air outside the main criminology forums. Mr. Beaver, for example, published a paper in Biological Psychiatry in February that concluded that adoptees whose biological parents had broken the law "were significantly more likely to be arrested, sentenced to probation, incarcerated, and arrested multiple times when compared with adoptees whose biological parents had not been arrested."
At the American Association for the Advancement of Science's meeting in February, Adrian Raine, chairman of the criminology department at the University of Pennsylvania and a pioneer in the field, presented a paper showing how variations in the parts of a toddler's brain that regulate emotions — believed to be a product of genes and environment — turned out to be a good predictor of criminal behavior later in life.
Mr. Sampson, who planned to attend the opening day of the justice institute conference, said that "sociology has nothing to fear from genetic research," but he maintained that the most interesting questions about crime, like why some communities have a higher crime rate than others, are not traceable at all to genetics. "The more sophisticated the genetic research, the more it will show the importance of social context," he said.

--

 

 
   Gloria Maria Anicama Orcon.
 
"El Perú carece de memoria. Y la memoria no es la inteligencia de los brutos sino la arquitectura del aprendizaje".
Cesar Hildebrant
 

---------- Forwarded message ----------
From: Gloria Anicama gloria.vcbj@gmail.com
 

Criminal genes

Experts come together to revisit the controversial field of genetics and criminology

By Cristina Luiggi | June 22, 2011

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This week for example, the National Institute of Justice's annual conference devoted its opening session to the creation of databases of newly discovered forensic genetic markers, The New York Times reports. Such genetic markers include the serotonin-controlling monoamine oxidase A enzyme (MAO), certain variants of which have been linked to increased impulsivity and aggression. But experts are quick to stress that these genes merely predispose an individual to such behaviors and that additional environmental factors—such as stress, socio-economic background, and even marital status—are usually required for the negative manners to manifest. Therefore, the challenge going forward is not only to produce a list of genetic markers associated with criminal behavior, but to also identify the environmental factors with which they interact.

http://the-scientist.com/2011/06/22/criminal-genes/

http://www.cvent.com/events/nij-conference-2011/agenda-1352e477d83a4ddcbefc9bc4a59c9acd.aspx

Plenary Sessions

Translating the Science of Community to Criminal Justice Practice (and Back)
Research shows that healthy communities share basic values, neighbors look out for one another, and social connections are strong. A groundbreaking study from one of the largest  research projects funded by the National Institute of Justice—the Project on Human Development in Chicago Neighborhoods—produced important understandings about community well-being and the relationship between neighborhoods and crime. The panelists on this plenary session are deeply committed to improved civic life and lower violence. They will discuss the research and its implications for thinking about community capacity and crime and draw on their own experiences to describe how the research affects their own diverse and changing communities.
 
• Edward F. Davis, Police Commissioner, Boston Police Department
• Michael A. Davis, Chief of Police, Brooklyn Park Police Department
 Robert J. Sampson, Henry Ford II Professor of the Social Sciences, Harvard University
Genetic Basis for Crime: A New Look
By
Published: June 19, 2011

It was less than 20 years ago that the National Institutes of Health abruptly withdrew funds for a conference on genetics and crime after outraged complaints that the idea smacked of eugenics. The president of the Association of Black Psychologists at the time declared that such research was in itself  "a blatant form of stereotyping and racism."

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The tainted history of using biology to explain criminal behavior has pushed criminologists to reject or ignore genetics and concentrate on social causes: miserable poverty, corrosive addictions, guns. Now that the human genome has been sequenced, and scientists are studying the genetics of areas as varied as alcoholism and party affiliation, criminologists are cautiously returning to the subject. A small cadre of experts is exploring how genes might heighten the risk of committing a crime and whether such a trait can be inherited.    

The turnabout will be evident on Monday at the annual National Institute of Justice conference in Arlington, Va. On the opening day criminologists from around the country can attend a panel on creating databases for information about DNA and "new genetic markers" that forensic scientists are discovering.

"Throughout the past 30 or 40 years most criminologists couldn't say the word 'genetics' without spitting," Terrie E. Moffitt, a behavioral scientist at Duke University, said. "Today the most compelling modern theories of crime and violence weave social and biological themes together."  

Researchers estimate that at least 100 studies have shown that genes play a role in crimes. "Very good methodological advances have meant that a wide range of genetic work is being done," said John H. Laub, the director of the justice institute, who won the Stockholm Prize in Criminology last week. He and others take pains to emphasize, however, that genes are ruled by the environment, which can either mute or aggravate violent impulses. Many people with the same genetic tendency for aggressiveness will never throw a punch, while others without it could be career criminals.

The subject still raises thorny ethical and policy questions. Should a genetic predisposition influence sentencing? Could genetic tests be used to tailor rehabilitation programs to individual criminals? Should adults or children with a biological marker for violence be identified?

Everyone in the field agrees there is no "crime gene." What most researchers are looking for are inherited traits that are linked to aggression and antisocial behaviors, which may in turn lead to violent crime. Don't expect anyone to discover how someone's DNA might identify the next Bernard L. Madoff.  

And that is precisely the problem, said Troy Duster, a professor of sociology and bioethics at New York University, who argues that studies examine not the remorseless and rapacious behavior of the rich and powerful, but the behavior of disadvantaged minorities. "Every era believes that the technology and the methodology have improved," he said, "but the science itself is problematic." 

One gene that has been linked to violence regulates the production of the monoamine oxidase A enzyme, which controls the amount of serotonin in the brain. People with a version of the gene that produces less of the enzyme tend to be significantly more impulsive and aggressive, but, as Ms. Moffitt and her colleague (and husband) Avshalom Caspi discovered, the effect of the gene is triggered by stressful experiences. 

Steven Pinker, a professor of psychology at Harvard whose forthcoming book, "The Better Angels of Our Nature," argues that humans have become less violent over the millenniums, suggests that the way to think about genetics and crime is to start with human nature and then look at what causes the switch for a particular trait to be flipped on or off.

"It is not a claim about how John and Bill differ, but about how every male is the same," he said. Understanding the genetics of violence can "tell you what aspect of the environment you should look at." 

He mentioned one of the biggest risk factors leading to crime: remaining single instead of getting married, a link uncovered by Mr. Laub and Robert J. Sampson, a Harvard sociologist who was a co-winner of the Stockholm Prize. Marriage may serve as a switch that directs male energies toward investing in a family rather than competing with other males, Mr. Pinker said.

Kevin Beaver, an associate professor at Florida State University's College of Criminology and Criminal Justice, said genetics may account for, say, half of a person's aggressive behavior, but that 50 percent comprises hundreds or thousands of genes that express themselves differently depending on the environment.

He has tried to measure which circumstances — having delinquent friends, living in a disadvantaged neighborhood — influence whether a predisposition to violence surfaces. After studying twins and siblings, he came up with an astonishing result: In boys not exposed to the risk factors, genetics played no role in any of their violent behavior. The positive environment had prevented the genetic switches — to use Mr. Pinker's word — that affect aggression from being turned on. In boys with eight or more risk factors, however, genes explained 80 percent of their violence. Their switches had been flipped.

A rash of new research has focused on self-control as well as callousness and a lack of empathy, traits regularly implicated in the decision to commit a crime. Like other personality traits, these are believed to have environmental and genetic components, although the degree of heritability is debated. 

In findings from a long-term study of 1,000 babies born in 1972 in a New Zealand town, Ms. Moffitt and her colleagues recently reported that the less self-control a child displayed at 3 years of age, the more likely he or she was to commit a crime more than 30 years later. Forty-three percent of the children who scored in the lowest fifth on self-control were later convicted of a crime, she said, versus 13 percent of those who scored in the highest fifth.  

But a predisposition is not destiny. "Knowing something is inherited does not IN ANY WAY tell us anything about whether changing the environment will improve it," Ms. Moffitt wrote in an e-mail. "For example, self-control is a lot like height, it varies widely in the human population, and it is highly heritable, but if an effective intervention such as better nutrition is applied to the whole population, then everyone gets taller than the last generation."

Criminologists and sociologists have been much more skittish about genetic causes of crime than psychologists.  In 2008 a survey conducted by John Paul Wright, who heads graduate programs at the University of Cincinnati's School of Criminal Justice, discovered that "not a single study on the biology-crime link has been published in dissertation form in the last 20 years" from a criminal justice Ph.D. program, aside from two dissertations he had personally overseen (one of which was Mr. Beaver's). He also noted that the top four journals in the field had scarcely published any biological research in the past two decades.

Mr. Wright said he now thinks "in criminology the tide is turning, especially among younger scholars."

But recent work has tended to air outside the main criminology forums. Mr. Beaver, for example, published a paper in Biological Psychiatry in February that concluded that adoptees whose biological parents had broken the law "were significantly more likely to be arrested, sentenced to probation, incarcerated, and arrested multiple times when compared with adoptees whose biological parents had not been arrested."

At the American Association for the Advancement of Science's meeting in February, Adrian Raine, chairman of the criminology department at the University of Pennsylvania and a pioneer in the field, presented a paper showing how variations in the parts of a toddler's brain that regulate emotions — believed to be a product of genes and environment — turned out to be a good predictor of criminal behavior later in life.

Mr. Sampson, who planned to attend the opening day of the justice institute conference, said that "sociology has nothing to fear from genetic research," but he maintained that the most interesting questions about crime, like why some communities have a higher crime rate than others, are not traceable at all to genetics. "The more sophisticated the genetic research, the more it will show the importance of social context," he said.


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   Gloria Maria Anicama Orcon.
 
"El Perú carece de memoria. Y la memoria no es la inteligencia de los brutos sino la arquitectura del aprendizaje".
Cesar Hildebrant
 

"Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno,

sino muchos. Y estas personalidades sucesivas, que

emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre sí

los más raros y asombrosos contrastes"

José Enrique Rodó

Motivos de Proteo

 

 


__._,_.___

martes, 21 de junio de 2011

Myplate guide

Jennifer LaRue Huget
Eat, Drink & Be Healthy Columnist

Nuts and seeds: Inside the government's new MyPlate dietary guidelines

The federal government's new MyPlate guide to healthful eating suggests filling one-quarter of your plate with protein. That can include meat, poultry, fish and seafood. But vegetarians, vegans and those who value a varied diet might want to toss some nuts and seeds into that quadrant.

MyPlate, whose round dinner plate replaces the food pyramid, helps consumers interpret the 2010 Dietary Guidelines, which suggest we choose from a variety of foods, including nuts and seeds, to meet our protein needs. That ensures that we get the optimal mix of nutrients in our diets, as different protein sources bring different combinations of vitamins, minerals, fats and fiber to the table.

Jennifer LaRue Huget

Writes the Eat, Drink & Be Healthy column and Lean & Fit e-newsletter, and blogs for The Checkup.

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Here's where nuts and seeds fit in.

What counts as a nut?

Tree nuts, including almonds, Brazil nuts, cashews, hazelnuts, macadamias, pecans, pine nuts, pistachios and walnuts.

— Peanuts and peanut butter (though purists would say peanuts are actually legumes, the guidelines count them as nuts).

— Seeds (such as pumpkin, sesame and sunflower seeds). Because their nutrient profiles are so similar, they're considered interchangeable with nuts.

Did you know?

Despite its name, the coconut isn't considered a true nut, and its meat has only about a gram of protein per ounce.

Why eat them?

Cardiovascular health: The unsaturated fats that nuts contain in abundance are good for your cardiovascular system. The Food and Drug Administration in 2003 ruled that nuts could bear a qualified health claim that eating 1.5 ounces a day may reduce risk of heart disease. And the report of the Dietary Guidelines Advisory Committee, which provides the scientific basis for the 2010 guidelines, notes that unsaturated fatty acids such as those in nuts can lower total cholesterol and LDL, or "bad," cholesterol.

That full feeling: Nuts' combination of protein, fiber and fat "keeps you full longer" than many other snack foods, says Maureen Ternus, executive director of the International Tree Nut Council.

Vitamins and minerals: Although most nuts have similar packages of nutrients, Ternus says, "each has its own attributes." For instance, walnuts are high in omega-3 fatty acids, the cardio-friendly fats that are also found in cold-water fish such as salmon, Ternus says, while almonds and hazelnuts are rich in Vitamin E (an antioxidant that may help protect against cell damage and boost immune function). Macadamia nuts have the highest monounsaturated fat content of all nuts, Ternus says, while pistachios and cashews have the lowest overall fat contents. "Choose your favorites and eat a mixture of them," Ternus advises.

How much?

According to the guidelines, a person following a 2,000-calorie diet should aim for about 51 / 2 ounces of protein foods per day. But nuts, because they're so high in calories, are counted differently from other protein sources: Colette Rihane, a nutritionist with the U.S. Department of Agriculture, explains that a half-ounce of nuts is an "ounce-equivalent" of protein foods. So if you eat a full ounce, that's two ounce-equivalents, or about a third of the protein you need that day. The guidelines point out that the usual U.S. intake of nuts, seeds and processed soy products is about half an ounce a day.

 
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Maria Elena Walsh

María Elena Walsh

De Wikipedia, la enciclopedia libre
María Elena Walsh
Maria Elena Walsh Portrait.jpg
Retrato de María Elena (fotografía intervenida con pintura, obra de Sara Facio)
Información personal
Nacimiento 1 de febrero de 1930
Origen Bandera de Argentina Ramos Mejía, Argentina
Muerte 10 de enero de 2011 (80 años)
Bandera de Argentina Buenos Aires, Argentina
Cónyuge Sara Facio (1978- 2011)[1] [2]
Ocupación poetisa, escritora, cantautora, música.
Información artística
Período de actividad 1945 - 2008
Discográfica(s) CBS/Columbia

María Elena Walsh (Ramos Mejía, Buenos Aires, 1 de febrero de 1930Buenos Aires, 10 de enero de 2011)[3] fue una poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, que ha sido considerada como «mito viviente, prócer cultural (y) blasón de casi todas las infancias».[4] Por su parte, el escritor Leopoldo Brizuela ha puesto de relieve el valor de su creación diciendo que «lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocho; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia.»[5]

Especialmente famosa por sus obras infantiles, entre las que se destacan el personaje/canción Manuelita la tortuga y los libros Tutú Marambá, El reino del revés y Dailan Kifki, es también autora de difundidas canciones populares para adultos, entre ellas Como la cigarra, Serenata para la tierra de uno y El valle y el volcán. Otras canciones de su autoría que integran el cancionero popular argentino son La vaca estudiosa, Canción de Titina, El Reino del Revés, La pájara Pinta, La canción de la vacuna (El brujito de Gulubú), La reina Batata, El twist del Mono Liso, Canción para tomar el té, En el país de Nomeacuerdo, La familia Polillal, Los ejecutivos, Zamba para Pepe, Canción de cuna para un gobernante, Oración a la justicia, Dame la mano y vamos ya, etc. Entre sus álbumes destacados se encuentran Canciones para mirar (1963) y Juguemos en el mundo (1968).

La conocida película de dibujos animados Manuelita (1999), dirigida por Manuel García Ferré para el público infantil, se inspira en su famoso personaje y reúne sus canciones.

Hacia 1948 forma parte del movimiento literario de La Plata, que se reúne en torno al sello editorial Ediciones del Bosque, creado por Raúl Amaral. Esta editorial publicará algunas de sus obras poéticas. Entre 1951 y 1963 formó el dúo Leda y María junto a Leda Valladares y entre 1985-1989 fue designada por el presidente Raúl Alfonsín para integrar el Consejo para la Consolidación de la Democracia. Entre los artistas que difundieron el cancionero de María Elena Walsh se destacan el Cuarteto Zupay, Luis Aguile, Mercedes Sosa,[6] Jairo, Rosa León y Joan Manuel Serrat.

Durante toda su carrera publicó más de 20 discos y escribió más de 50 libros.

A lo largo de su vida formó pareja con la folklorista Leda Valladares, la directora de cine María Herminia Avellaneda y la fotógrafa Sara Facio, con quien vivió desde inicios de la década de 1980 hasta su muerte.[4]

Contenido

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[editar] Biografía

[editar] Infancia

Su padre, Enrique Walsh, era un irlandés, que trabajaba como empleado del departamento contable de la New Western Railway of Buenos Aires (Ferrocarril Oeste de Buenos Aires) y tocaba muy bien el piano. De la cultura popular inglesa, María Elena tomaría las nursery rhymes, tradicionales canciones para niños, como Baa Baa black sheep o Humpty Dumpty, que su padre le cantaba de niña, así como el hábito de las construcciones verbales que caracterizan al nonsense británico, como una de las principales fuentes de inspiración en su obra.

Su madre, Lucía Elena Monsalvo, era argentina, hija de padre argentino y madre andaluza. Se había casado con su padre, en segundas nupcias de éste, y tuvieron juntos dos hijas, Susana y María Elena. Del primer matrimonio, su padre tuvo además cuatro hijos.

Fue criada en un gran caserón de Ramos Mejía, en el Gran Buenos Aires, con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros, naranjos y una higuera. En ese ambiente emanaba mayor libertad respecto de la tradicional educación de clase media de la época. La canción Fideos finos ("Voy a contarles qué había/entonces en Ramos Mejía")[7] y su primera novela, Novios de antaño (1990), de raíz autobiográfica, están dedicadas a relatar y reconstruir los recuerdos de su infancia.

[editar] Una poetisa precoz

A los 12 años ingresó a la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, de Buenos Aires (Barracas), donde se radicó. Allí se haría amiga de Sara Facio, quien luego se convertirá en una destacada fotógrafa y compañera de María Elena en el último tramo de su vida, Carmen Córdova (hija del crítico Córdoba Iturburu) quien sería arquitecta, y Juan Carlos Distéfano, quien se volverá un escultor de fama mundial.[8]

Tímida y rebelde, leía mucho de adolescente. En 1945, a los 15 años, publicó su primer poema en la revista El Hogar (número dedicado a la primavera), titulado Elegía e ilustrado por su compañera de colegio Elba Fábregas.[9] Ese mismo año escribió también en el diario La Nación.

En 1947, cuando contaba con 17 años, sufre la muerte de su padre y publica su primer libro, un poemario titulado Otoño imperdonable que recibió el segundo premio Municipal de Poesía, aunque el jurado se excusó diciéndole que no le habían otorgado el primero porque era demasiado joven.[4] A pesar de su juventud, se trata de un libro notable, que llamó de inmediato la atención sobre ella del mundo literario hispanoamericano. Reúne poemas escritos entre los 14 y los 17 años, que sorprenden por la madurez expresiva y por un estilo natural,[10] plenos de hallazgos y juegos líricos, como en «Término», donde se define a sí misma como «un sitio donde florecerá la muerte».[11]

El libro fue elogiado por la crítica[12] y por algunos de los más importantes escritores hispanoamericanos, como Juan Ramón Jiménez, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Eduardo González Lanuza y Pablo Neruda.[4] [13]

Luego de finalizar sus estudios secundarios en 1948, recibiéndose como profesora de Dibujo y Pintura, aceptó la invitación de Juan Ramón Jiménez (autor de Platero y yo) de visitarlo en su casa de Maryland (Estados Unidos), donde permanecería seis meses en 1949. Se trató de una experiencia compleja, porque Jiménez la trató impiadosamente, sin ninguna consideración por sus necesidades e inclinaciones personales. La propia María Elena describiría unos años después esa experiencia en estos términos:

Cada día tenía que inventarme coraje para enfrentarlo, repasar mi insignificancia, cubrirme de una desdicha que hoy me rebela. Me sentía averiguada y condenada. Suelo evocar con rencor a la gente que, mayor en mundo, tuvo mi verde destino entre sus manos y no hizo más que paralizarlo. Con generosa intención, con protectora conciencia, Juan Ramón me destruía, y no tenía derecho a equivocarse porque él era Juan Ramón, y yo, nadie. ¿En nombre de qué hay que perdonarlo? En nombre de lo que él es y significa, más allá del fracaso de una relación.
María Elena Walsh.[14]

De vuelta en Buenos Aires y ya sobre el filo de la mitad del siglo, María Elena frecuentaba los círculos literarios e intelectuales y escribía ensayos en diversas publicaciones.

En 1951 publicó su segundo poemario, Baladas con Ángel. El libro fue editado en un mismo volumen con Argumento del enamorado, del igualmente joven escritor Ángel Bonomini, quien por entonces era novio de María Elena.[15] El volumen constituye un todo en el que dos enamorados intercambian sus emociones expresadas en versos.

En esta oportunidad Walsh recurre a la balada para construir su obra poética, una forma lírica construida a partir de la musicalidad de su estructura, probablemente reflejando la influencia de Jiménez.[16] Las mismas muestran a la poetisa en un momento de optimismo y alegría inducido por el amor, pero a la vez dejan traslucir una insatisfacción de fondo que pronto estallaría. Estas emociones pueden encontrarse en Balada del tiempo perdido, donde la escritora exterioriza la angustia que la venía acosando, calmada ahora por la llegada del amor:

Como a sus vanas hojas
el tiempo me perdía.
Clavada a la madera de otro sueño
volaban sobre mí noches y días.

Poblándome de una
nostalgia distraída
la tierra, el mar, me entraban en los ojos
y por ociosas lágrimas salían.
María Elena Walsh ("Balada del tiempo perdido", frag., en Baladas con Ángel.)

María Elena Walsh parecía comenzar a definir su vida como una de las más prometedoras figuras del mundo intelectual porteño. Sin embargo, aunque nadie lo percibiera, se sentía asfixiada: por las represiones familiares y sociales relacionadas con una sexualidad que siempre mantuvo reservada a la intimidad, por los celos y pequeñas traiciones del mundillo cultural, y por un clima político polarizado entre peronismo y antiperonismo, tendencia esta última con la que se identificaba la joven.[4] Algunos años después, al ver lo que hicieron los gobiernos antiperonistas, comenzaría sentir simpatías por el peronismo y su significado de progreso para los sectores populares. Pero en ese momento, su vida estaba a punto de pegar un notable viraje.

[editar] Leda y María

María Elena Walsh (izq) y Leda Valladares (der). Tapa del álbum Entre valles y quebradas vol 1 (1957), del dúo Leda y María.
Artículo principal: Leda y María

María Elena Walsh inició su asociación artística y afectiva con Leda Valladares en 1951, por carta. En ese entonces tenía 21 años, once menos que Valladares, una artista tucumana relacionada con el folclore cotidiano del Noroeste -hermana del mítico folclorista Chivo Valladares- y una de las primeras mujeres en egresar de la Universidad Nacional de Tucumán.[17] Leda se encontraba radicada en Costa Rica, e invitó a María Elena a reunirse con ella en Panamá para partir juntas hacia Europa, invitación que ésta aceptó abandonando su familia y su entorno intelectual, para emprender un camino de experimentación.[8]

En 1952 se instalaron en París y comenzaron a cantar canciones folclóricas de tradición oral de la región andina de Argentina, como carnavalitos, bagualas y vidalas. Luego de cantar en cafés y boites, el dúo logró un contrato en el famoso cabaret Crazy Horse. En la capital de Francia se relacionaron con otros artistas como la chilena Violeta Parra o la estadounidense Blossom Dearie y grabaron sus primeros álbumes Chants d'Argentine/ Cantos de Argentina (1954) y Sous le ciel de l'Argentine/ Bajo los cielos de la Argentina (1955), con canciones de tradición oral del folclore andino argentino, como Dos palomitas y Huachi tori, pero también con temas de Atahualpa Yupanqui -por entonces radicado en París-, como La arribeña, de Jaime Dávalos como El humahuaqueño, de Rafael Rossi como "Viva Jujuy" y de Rolando Valladares, hermano de Leda.[8]

De regreso en la Argentina en 1956, Leda y María realizaron una extensa gira por el Noroeste argentino en donde reunieron varias canciones que grabarían luego en sus dos primeros álbumes realizados en su país, Entre valles y quebradas vol 1 y Entre valles y quebradas vol 2, ambos de 1957. Muchas de esas canciones se instalarían en el cancionero folclórico. Ambos discos fueron muy bien recibidos en los círculos de artistas e intelectuales, como el Cuchi Leguizamón, Manuel J. Castilla, Victoria Ocampo, Atahualpa Yupanqui, María Herminia Avellaneda. Ésta última llevó al dúo a presentarse en Canal 7 de televisión.[8]

Por entonces comenzaron a aparecer las diferencias entre ambas que llevaría a su separación: mientras Leda Valladares reivindicaba el valor del indigenismo y del folklore puro, en el sentido de la creación anónima, María Elena Walsh se inclinaba a la creación de nuevas expresiones, alimentándose de las raíces folklóricas, pero sin estar estrictamente restringidas a ellas, orientándose por los valores de la justicia social, el feminismo y el pacifismo.[8]

En 1958 lanzaron su quinto álbum Canciones del tiempo de Maricastaña, donde las canciones del folklore español están presentadas con un título lúdico e informal que anticipa las nuevas tendencias que se incubaban en el dúo. El disco incluye canciones como El Tururururú («que la culpa la tienes tú»), En qué nos parecemos, o el Romance del enamorado y la Muerte.

En simultáneo, María Elena publicó su tercer libro de poemas, Casi milagro.

Al año siguientes Leda y María publicaron el LP Leda y María cantan villancicos, incluyendo cuatro villancicos anónimos, uno del norte argentino, otro de Bolivia y dos españoles. La tapa del disco es una foto de un niño pequeño sonriendo mientras mira el dibujo de un Papá Noel, apareciendo por primera vez una temática infantil.

[editar] Tutú Marambá, Canciones para mirar y el mundo infantil

Cuando aún se encontraba en París, María Elena Walsh comenzó a crear poemas, canciones y personajes infantiles, que solo mostraría a Leda Valladares. En 1956 el dúo había ganado un concurso para cantar en el espectáculo de Edith Piaf en el Teatro Olympia de París, pero la famosa cantante finalmente las excluyó, aparentemente por razones de tipo emocional, y ambas decidieron entonces volver a Buenos Aires.

En 1958 María Herminia Avellaneda le ofreció a Walsh escribir guiones de televisión para programas infantiles. Entre ellos se destacó Buenos días Pinky, protagonizado por Pinky (Lidia Satragno) y Osvaldo Pacheco, quien interpretaba a un abuelo. El programa duró solo tres meses, pero alcanzó un éxito notable, que le valió dos premios Martín Fierro (mejor programa infantil y revelación masculina para Osvaldo Pacheco) y el premio Argentores para la propia María Elena como guionista, otorgado en 1965.

Esa experiencia la hizo madurar la posibilidad de crear un género similar a un «cabaret para chicos» o un «varieté infantil», que revolucionaría el mundo del espectáculo, el folklore y la música infantil.[8]

En 1960 Leda y María mostraron un notable viraje en su estilo al grabar el EP Canciones de Tutú Marambá, en la que cantan canciones infantiles que Walsh había escrito para los guiones que estaba realizando para la televisión. Allí se incluyen las primeras cuatro canciones que harían famosa a María Elena Walsh en la música infantil: La vaca estudiosa, Canción del pescador, El Reino del Revés y Canción de Titina.

De ese modo nació la idea de hacer un espectáculo musical-dramático para niños que se llamó Canciones para mirar, que -con un presupuesto muy reducido-, el dúo puso en escena en la Sala Casacuberta del Teatro Municipal General San Martín de Buenos Aires, en 1962. Inesperadamente, el espectáculo tuvo un enorme éxito, impulsando la preparación de un nuevo show para 1963 y se convirtió de uno de los acontecimientos culturales más importantes de la historia argentina.

La obra estaba compuesta a partir de doce canciones de Walsh, que cantaban Leda y María vestidas como juglares, mientras los actores Alberto Fernández de Rosa y Laura Saniez las representaban mímicamente: "La familia Polillal", "El Reino del Revés", "Milonga del hornero", "La vaca estudiosa", "La Pájara Pinta", "Canción del estornudo", "La mona Jacinta", "Canción del jardinero", "Canción de la vacuna", "Canción de Titina", "Canción para vestirse" y "Canción del pescador". En los intervalos entre canciones, dos personajes, Agapito y la Señora de Morón Danga, decían monólogos cómicos, una estructura dramática que Leda y María habían tomado del Crazy Horse, combinándola con el humor, los ritmos tradicionales, el desenfado y el público infantil.[8]

Doña Disparate y Bambuco fue la última presentación de Leda y María. El nuevo espectáculo contó con un presupuesto mucho mayor, siendo dirigido por María Herminia Avellaneda, y actuando como protagonistas Lydia Lamaison (Disparate) y Osvaldo Pacheco (Bambuco), así como Teresa Blasco y Pepe Soriano, interpretando varios papeles de personajes secundarios y estrambóticos. En esta obra aparecen el Mono Liso, y sobre todo la tortuga Manuelita, el personaje más paradigmático y conocido del universo infantil creado por María Elena Walsh. La obra tenía una similitud con el clima onírico de Alicia en el país de las maravillas.[8] Posteriormente se hizo una versión televisiva protagonizada por Perla Santalla y Walter Vidarte. En 1990 se repuso la obra bajo la dirección de José María Paolantonio, y el elenco estaba formado por Georgina Barbarossa, Adrián Juliá, Gustavo Monje, Debora Kepel, Ivanna Padula y Jorge Luis Freire. Realizando tres temporadas. Desde 1990 hasta 1992.

El crítico Leopoldo Brizuela ha dicho que:

Según las entrevistas de entonces, Walsh concibió a Doña Disparate como la encarnación paródica del sentido común, mientras que Bambuco es la "personificación de la infancia". Pero, más profundamente, ambas representan las dos personalidades de Walsh: la rigurosa, romántica y un poco demasiado retórica de Otoño imperdonable , y la niña, popular, y un poco demasiado fresca de Tutú Marambá . Las dos salen a batirse a duelo, nunca se vencen la una a la otra y siempre renacen en la cada vez más luminosa hoguera del humor, en la valiente ordalía de crear.
Leopoldo Brizuela[8]

Para entonces Leda y María ya tenían decidido que querían seguir caminos distintos. Antes de separarse en 1963, grabaron un último EP, Navidad para los chicos, que reúne cuatro canciones navideñas de Walsh, en las que ambas cantan con Roberto Aulés.

Canciones para mirar fueron seguidas de la publicación de cinco libros para niños, El reino del revés (1964), Zoo loco (1964), Dailan Kifki (1966), Cuentopos de Gulubú (1966) y Aire libre (1967, que consolidaron el universo infantil que María Elena construyó en esa década y que marcaría fuertemente la formación cultural de las siguientes generaciones de argentinos.

En 1965 publica Hecho a mano, su cuarto poemario para adultos.

[editar] Juguemos en el mundo y las canciones para adultos

María Elena Walsh alrededor de 1971

En 1968 estrenó su espectáculo de canciones para adultos Juguemos en el mundo, que se constituyó en un acontecimiento cultural que influiría fuertemente en la nueva canción popular argentina, que venía conformándose desde diversos enfoques, como el Movimiento del Nuevo Cancionero impulsado por músicos como Mercedes Sosa y Armando Tejada Gómez, el folklore vocal que estaban desarrollando grupos como los Huanca Hua y el Cuarteto Zupay, el tango moderno que tenía su epicentro en Astor Piazzolla y la Balada para un loco que al año siguiente compusiera con Horacio Ferrer, o las canciones de Nacha Guevara y Alberto Favero comenzarían a mostrar también al año siguiente en Anastasia querida. Como había hecho con sus canciones infantiles, María Elena Walsh mostró en Juguemos en el mundo un estilo de composición marcado por la libertad creativa y temática. Sus melodías dieron vida a canciones muy modernas, que tomaban inspiración de las más diversas fuentes musicales, desde el folklore al tango y desde el jazz al rock, y que a la vez. Sus letras aportaron inumerables temas a la canción de protesta latinoamericana, que floreció en esos años (Los ejecutivos, ¿Diablo estás?), pero también introdujeron temáticas prácticamente ausentes del cancionero argentino, como la emigración (Zamba de Pepe), el peronismo (El 45) o la pacatería social de las clases medias (Mirón y Miranda). El espectáculo incluyó Serenata para la tierra de uno, una sus creaciones más destacadas, que bordeando la canción de protesta sin serlo, está construida como una canción de amor a su país, como si se tratara de un amante:

Porque me duele si me quedo,
pero me muero si me voy
con todo y a pesar de todo
mi amor yo quiero vivir en vos.

El espectáculo fue acompañado por el lanzamiento de un álbum también titulado Juguemos en el mundo, que tuvo un extraordinario éxito y que fue seguido al año siguiente por Juguemos en el mundo II.

En 1971 María Herminia Avellaneda la dirigió en el filme Juguemos en el mundo donde reaparecen Doña Disparate y Bambuco por Perla Santalla y Jorge Mayol acompañados por Hugo Caprera, Eduardo Bergara Leumann, Virginia Lago, Jorge Luz, Aída Luz, Eva Franco y Norman Briski.

Ese mismo año, China Zorrilla y Carlos Perciavalle estrenaron en Buenos Aires, su versión de las Canciones para mirar que habían llevado a escena en 1966 en Nueva York y en Montevideo.

[editar] El País Jardín-de-Infantes y sus últimas canciones

Asfixiada por la censura impuesta por la dictadura militar, en julio de 1978, en plena Copa Mundial de Fútbol, decidió «no seguir componiendo ni cantar más en público».[4] Paradójicamente, varias de sus canciones se volvieron símbolo de la lucha por la democracia, como Como la cigarra, Canción de cuna para un gobernante, Oración a la Justicia, Canción de caminantes, Balada de Cómodus Viscach, Postal de guerra o su versión de We shall overcome (Venceremos), la clásica marcha del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.

Al año siguiente, el 16 de agosto de 1979, María Elena publicó en el suplemento cultural del diario Clarín un artículo titulado «Desventuras en el País Jardín-de-Infantes», título que en 1993 retomaría para titular un libro.[18] Se trata de un texto en el que la escritora acepta como legítima la acción de la dictadura para reprimir a «la subversión» y «mantener la paz social», pero en el que también desliza una crítica a la censura imperante, asimilando el país a un jardín de infantes:

Hace tiempo que somos como niños y no podemos decir lo que pensamos o imaginamos. Cuando el censor desaparezca ¡porque alguna vez sucumbirá demolido por una autopista! estaremos decrépitos y sin saber ya qué decir. Habremos olvidado el cómo, el dónde y el cuándo y nos sentaremos en una plaza como la pareja de viejitos del dibujo de Quino que se preguntaban: "¿Nosotros qué éramos...?"
(...)
Sí, la firmante se preocupó por la infancia, pero jamás pensó que iba a vivir en un País-Jardín-de-Infantes. Menos imaginó que ese país podría llegar a parecerse peligrosamente a la España de Franco, si seguimos apañando a sus celadores. Esa triste España donde había que someter a censura previa las letras de canciones, como sucede hoy aquí y nadie denuncia; donde el doblaje de las películas convertía a los amantes en hermanos, legalizando grotescamente el incesto.

Que las autoridades hayan librado una dura guerra contra la subversión y procuren mantener la paz social son hechos unánimemente reconocidos. No sería justo erigirnos a nuestra vez en censores de una tarea que sabernos intrincada y de la que somos beneficiarios. Pero eso ya no justifica que a los honrados sobrevivientes del caos se nos encierre en una escuela de monjas preconciliares, amenazados de caer en penitencia en cualquier momento y sin saber bien por qué.
María Elena Walsh.[18]

[editar] Democracia, reconocimiento y libros

Walsh en un encuentro con la presidenta argentina, Cristina Fernández, en 2008

En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En 1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y en 1997, Manuelita ¿dónde vas?.

Como articulista, tuvo gran repercusión mundial su artículo La eñe también es gente en defensa del uso en internet de esta letra tan característica de la lengua española.

¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta el apócope [...] Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece [...] La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo [...] La eñe también es gente.
María Elena Walsh, en el diario La Nación, 1996.[19]

[editar] Fallecimiento

Falleció el 10 de enero de 2011 a los 80 años, en el Sanatorio de la Trinidad después de una prolongada internación. Sus restos fueron velados en la sede central de SADAIC y la inhumación se realizó en el panteón de la entidad en el Cementerio de la Chacarita,[3] en el cual el músico argentino Eduardo Falú le dedicó unas palabras de despedida.

El fallecimiento causó una gran conmoción en el medio artístico, en consecuencia, muchas celebridades ofrecieron sus condolencias por los principales medios de difusión de Argentina. Todos los noticieros de aire y de cable dieron la noticia, como así también las radios y los diarios. Incluso la página oficial del Club Ferro Carril Oeste, club preferido de María Elena Walsh, hizo un reconocimiento en uno sus árticulos online.

[editar] Obras literarias

[editar] Poesía y prosa para adultos

  • Otoño imperdonable (1947)
  • Apenas viaje (1948)
  • Baladas con Ángel (1951)
  • Casi milagro (1958)
  • Hecho a mano (1965)
  • Juguemos en el mundo (1970)
  • Novios de antaño (1990)
  • Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes (1993)
  • Fantasmas en el parque (2008)

[editar] Canciones para adultos

  • Cancionero contra el mal de ojo (1976)

[editar] Literatura infantil (completa)

  • La mona Jacinta. Buenos Aires: Editorial abril de 1960
  • La familia Polillal. Buenos Aires: Editorial abril de 1960
  • Tutú Marambá. Buenos Aires: Edición de la Autora, 1960
  • Circo de Bichos. Buenos Aires: Editorial abril de 1961
  • Tres morrongos. Buenos Aires: Editorial abril de 1961
  • El reino del Revés. Buenos Aires: Fariña Editores, 1965
  • Zoo loco. Buenos Aires: Fariña Editores, 1965
  • Cuentopos de Gulubú. Buenos Aires: Fariña Editores, 1966
  • Dailán Kifki. Buenos Aires: Fariña Editores, 1966
  • Versos para cebollitas. Buenos Aires: Fariña Editores, 1966
  • Versos folklóricos para cebollitas. Buenos Aires: Fariña Editores, 1967
  • Aire libre. Libro de lectura para segundo grado. Buenos Aires: Editorial Estrada, 1967
  • Versos tradicionales para cebollitas. Buenos Aires: Sudamericana, 1967
  • El diablo inglés. Buenos Aires: Editorial Estrada, 1970
  • Angelito. Buenos Aires: Editorial Estrada, 1974
  • La sirena y el capitán. Buenos Aires: Editorial Estrada, 1974
  • El país de la geometría. Buenos Aires: Editorial Estrada, 1974
  • Chaucha y palito. Buenos Aires: Sudamericana, 1977
  • Veo Veo. Buenos Aires: Hispamérica, 1984
  • Bisa vuela. Buenos Aires: Hyspamérica, 1985
  • Los Glegos. Barcelona: Lumen, 1987
  • La nube traicionera (versión libre de "La nuage rose" de George Sand). Buenos Aires: Sudamericana, 1989
  • Pocopán. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • Una jirafa filarmónica. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • Un gato de la luna. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • La plapla. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • El paquete de Osofete. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • Martín Pescador y el delfín domador. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • Historia de una princesa, su papá y . . . Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • El gatopato y la princesa Monilda. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • La foca loca. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • El enanito y las siete Blancanieves. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • Don Fresquete. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1996
  • Manuelita ¿Dónde vas? Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1997
  • Manuelita la tortuga. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1998
  • Osías el osito". Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1998
  • El Mono Liso. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1998
  • El gato que pesca. Buenos Aires: Editorial Planeta 1999
  • El show del perro salchicha. Buenos Aires: Editorial Planeta 1999
  • La reina Batata. Buenos Aires: Editorial Planeta 1999
  • Hotel Pioho's Palace. Buenos Aires: Alfaguara, 2002

[editar] Discografía[20]

[editar] Con Leda Valladares (Leda y María)

  • Chants d'Argentine, [1954] (Le Chant du Monde LDY-M-4021)
  • Sous le ciel de l'Argentine, [1955] (London International FS 123619/WB 9113)
  • Entre valles y quebradas, vol. 1, [1957] (Disc Jockey Estrellas 10071)
  • Entre valles y quebradas, vol. 2, [1957] (Disc Jockey LD 15052)
  • Canciones del tiempo de Maricastaña, [1958] (Disc Jockey 77076)
  • Leda y María cantan villancicos (EP), [1959] (Disc Jockey TD 1007)
  • Canciones de Tutú Marambá (EP), [1960] (Disco Plin s/n)[21]
  • Canciones para mirar, [1962] (Disco Plin 102)
  • Doña Disparate y Bambuco (EP), [1962] (Disco Plin 103)
  • Navidad para los chicos (EP) (con Roberto Aulés), [1963] (Abril Fonorama Bolsillitos 502)

[editar] Solista

  • Canciones de Tutú Marambá (EP), [1960] (Disco Plin s/n)[21]
  • Canciones para mí, [1963] (CBS 1097)
  • Canciones para mirar, [1963] (CBS 1098)
  • El país de Nomeacuerdo, [1967] (CBS 1113)
  • El país de la Navidad, (EP), [1968] (CBS 1762)
  • Cuentopos, [1968] (CBS 1115)
  • Juguemos en el mundo, [1968] (CBS 8830)
  • Cuentopos para el recreo, [1969] (CBS 1125)
  • Juguemos en el mundo II, [1969] (CBS 18969)
  • Cuatro villancicos norteños, [1971][cita requerida]
  • El sol no tiene bolsillos, [1971] (CBS 19107)
  • Como la cigarra, [1972] (CBS 19311)
  • El buen modo, [1976] (Microfón SE 573)
  • De puño y letra, [1976] (Microfón SE 761)

[editar] Véase también

[editar] Su vida llevada a escena

Uno de los homenajes que se le rindió es con el unipersonal "Vivir en vos" basado en su vida y su bibliografía interpretado por la prestigiosa actriz Virginia Lago y adaptado por Javier Margulis magistralmente dirigida por Rubens W. Correa en los años 1987, 1992 y 2001.

[editar] Referencias

  1. Pagina12.com.ar («Novias de antaño», artículo en el diario Página/12, del 12 de diciembre de 2008).
  2. Pagina12.cTexto superescritoom.ar («Vida mía», entrevista a Walsh del 3 de noviembre de 2008).
  3. a b Murió María Elena Walsh, Clarín, 10 de enero de 2011.
  4. a b c d e f Lennard, Patricio (02-11-2008). «Vida mía. Las memorias de María Elena Walsh. Entrevista exclusiva: la creadora de Manuelita presenta su nuevo libro autobiográfico». Página/12 (Suplemento Radar).
  5. Roffo, Julieta (31-1-2010). «Reportaje a Leopoldo Brizuela en los 80 años de María Elena Walsh». Clarín (Suplemento Ñ).
  6. [1]
  7. Walsh, María Elena (1969). Juguemos en el mundo Vol. II, Buenos Aires:CBS.
  8. a b c d e f g h i Brizuela, Leopoldo (16 de agosto de 2008). «María Elena Walsh: la trama secreta de una revolución poética que cautivó a chicos y grandes». ADNCultura. La Nación. Consultado el 13 de marzo de 2009.
  9. «Music-hall: milagro en Buenos Aires. María Elena Walsh». Primera Plana. 16-04-1968. http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/argentina/argentina-maria-elena-walsh-music-hall.htm. 
  10. Al comentar Otoño imperdonable, Juan Ramón Jiménez manifestó que se sentía «maravillado de su expresión, su naturalidad en lo sencillo y lo difícil». Dujovne, Alicia (1982). María Elena Walsh. Madrid: Jucar. p. 37. 
  11. Término (de María Elena Walsh, Otoño imperdonable, 1947)

    Yo sé que estoy en vísperas de lo desconocido:
    Un presagio madura tristemente en mi pulso.(...)

    Que el silencio presida mi pavorosa angustia,
    que nada en mí pretenda huir de lo inevitable.
    Para sufrir más tarde el tiempo de las lágrimas
    vivo ahora esta edad de sed y aprendizaje.

    Todas las cosas deben florecer. Que el augurio
    se nutra de mi sangre y cumpla su presente.
    Como él es el paisaje que habitará el dolor
    yo soy un sitio donde florecerá la muerte.
  12. «"Otoño imperdonable", Reino del Niño». Revista de Educación (Suplemento Anales de Educación Cómún) enero 1949 (6):  pp. 156-157. http://abc.gov.ar/lainstitucion/revistacomponents/revista/archivos/anales/numero09/archivosparadescargar/30.1949_2.pdf. 
  13. Garralón, Ana (2004). «María Elena Walsh, o El discreto encanto de la tenacidad». Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
  14. Artículo publicado en la revista Sur, en enero de 1957, citado en Guerriero, Leila (31-07-2005). «En el país de María Elena». La Nación.
  15. Requeni, Antonio (15-05-2005). «La realidad de lo fantástico». La Nación.
  16. "La balada", Vademécum Poético, 2009.
  17. Leda Valladares se recibió en la Universidad Nacional de Tucumán de licenciada en Filosofía.
  18. a b "Desventuras en el País Jardín-de-Infantes" (16 de agosto de 1979), citado en Walsh, María Elena (1993). Desventuras en el País Jardín-de-Infantes. Buenos Aires: Sudamericana. pp. 13-18. 
  19. La eñe también es gente www.me.gov.ar
  20. Salo, Heffes et al. (Septiembre de 2008). «Discografía de María Elena Walsh». cancioneros.com. Consultado el 15 de Enero de 2011.
  21. a b Canciones de Tutú Marambá tiene un tema cantado por Leda y María y los otros tres por María Elena Walsh como solista.

[editar] Bibliografía

  • Dujovne, Alicia (1982). María Elena Walsh. Madrid: Jucar. 
  • Luraschi, Ilse Adriana; Sibbald, Kay (1993). María Elena Walsh o el desafío de la limitación. Buenos Aires: Sudamericana. 
  • Pujol, Sergio (1993). Como la cigarra. María Elena Walsh: una biografía. Buenos Aires: Beas. ISBN 9508340207. 
  • Sibbald, Kay (1998). «Tradición y transgresión en la poética de María Elena Walsh». En Lady Rojas-Trempe y Catharina Vallejo. Poéticas de escritoras hispanoamericanas al alba del próximo milenio. Miami: Universal. 

[editar] Enlaces externos

[editar] Documentos

[editar] Despedidas en la prensa argentina

[editar] Canciones animadas