domingo, 14 de marzo de 2010

Igualdad

La igualdad empieza en las aulas

Planteles buscan aplicar cada vez más la educación mixta en el país. Entre el 2005 y 2009, 18 colegios de la capital optaron por este cambio

Por: Alberto Villar Campos
Domingo 14 de Marzo del 2010

Los días han cambiado en el colegio La Inmaculada. En este enorme complejo educativo situado en las faldas de un cerro de Surco donde hay granjas, lagunas de oxidación y un zoológico con otorongos, osos de anteojos y gallitos de las rocas, una delegación de pequeñitas ha irrumpido con esa maravillosa mezcla de ingenuidad y carisma que las caracteriza.

Y es que, por primera vez en sus casi 132 años de existencia, la emblemática escuela jesuita creó las dos primeras promociones mixtas (50 niñas en total en kínder y prekínder) como un símbolo de adaptación en la nueva visión de la educación en el mundo.

"En el 2006 planteamos un cambio estratégico para atender a la diversidad", dice Dora Revolledo, directora de inicial y primaria del plantel. "Nuestro colegio no veía la coeducación [enseñanza mixta que impulsa la educación integral e igualitaria] como una opción aunque en Colombia, por ejemplo, donde también hay colegios jesuitas, llevaran ya diez años enseñando a mujeres y varones; el nuestro fue uno de los últimos colegios jesuitas de América del Sur en adaptarse a este cambio".

Este proceso de conversión tuvo dos etapas, agrega la directora. La primera y más fácil fue el cambio de infraestructura. "Debimos construir baños para mujeres, espejos, comprar muñecas e implementar una casa donde nuestros alumnos aprenderán a intercambiar roles", explica. La segunda y más compleja fue el lenguaje. "Un colegio de 131 años solo con varones tiene un lenguaje dirigido a ellos. Pero desde el año pasado hemos dado talleres a los profesores para adecuarlo", subraya.

"Las mujeres también pueden educarse en colegios tradicionales y con mística como este", opina Carlos Marchena, padre de una de las pequeñas que este año ha hecho historia en el plantel.

SE ACABÓ LA TRADICIÓN
Entre el 2005 y el 2009, según datos del Ministerio de Educación, 18 colegios de primaria y secundaria de Lima han aprehendido el concepto de la coeducación. Entre ellos se encuentran algunos tan tradicionales como el Belén, el Sor Querubina y el nacional Guillermo Billinghurst.

Según el viceministro de Gestión Pedagógica, Idel Vexler, el 90% de los colegios del país es mixto. Esto, opina, se debe a que hoy la educación busca que los alumnos interactúen de forma conjunta para que "aprendan a vivir democráticamente, fortaleciendo la equidad de sexos y el respeto".

¿Pero cuándo el concepto de educación diferenciada empezó a dar paso a la coeducación? El especialista en temas de educación Hugo Díaz sostiene que el impulso se dio con la reforma educativa de la década de 1970, con la cual se planteó la idea de que los niños y jóvenes podían compartir experiencias educativas que favorecían el desarrollo de la personalidad. Pero él agrega que otro factor hizo crecer la cifra de colegios mixtos: "En los últimos años, con la planificación familiar, la población escolar fue disminuyendo, y los planteles debieron enfrentar el descenso de matrículas implantando la educación mixta".

"Un colegio mixto implica un doble potencial de postulantes", sentencia el educador León Trahtemberg. El cambio de corriente educativa pasa, según él, por la ideología de cada familia. "Hay algunas [familias] que lo analizan por el tema religioso: piensan que una educación diferenciada evitará ciertas tentaciones", dice.

UN CAMBIO DE VISIÓN
Pese a ello, el 90% de los 530 colegios católicos que agrupa el Consorcio de Centros Educativos Católicos es mixto, revela Juana Escarsi, directora pedagógica de esta entidad, y agrega que la coeducación debe realizarse desde los primeros grados para desarrollar los valores de un colegio.

Uno de ellos es el San Agustín, que en los años 90 aceptó las primeras promociones mixtas y es hoy un referente del cambio en la visión educativa. "El colegio no puede ser un espacio sui géneris, sino uno que se parezca a lo que vivimos fuera de él, en las casas o centros de trabajo", dice Humberto Gamarra, director de esta institución fundada hace 107 años y que tiene 2.400 alumnos.

Sin embargo, otros colegios, como el nacional Nuestra Señora de Guadalupe, cumplirá este noviembre 170 años educando solo a varones. "Es una tradición", dice Juan Bautista, subdirector de Formación General del plantel, donde estudian 1.700 menores y que recién en la década pasada retiró la educación premilitar de su currículo.

En el 2021 y 2022 egresarán las primeras promociones mixtas de La Inmaculada y se espera que para entonces todos los grados se hayan adecuado a la nueva visión del colegio. Bienvenidos sean los nuevos tiempos.

Niñas esconden talento en ciencias
Juana Pinzás, doctora en Psicología Educacional y docente de la Universidad Católica, sostiene que, de acuerdo con investigaciones estadounidenses, las mujeres que estudian con varones en colegios tienden a ocultar algunos talentos en ciencias y matemáticas para evitar competir con ellos, no ser vistas como "nerds" y gustarles. Además, los profesores tienden a pedir la participación de los hombres en estos temas y a las mujeres les dejan los temas de letras.

"Cuando es un colegio solo de mujeres, la niña compite con otras niñas y probablemente exprese mejor ciertos talentos", añadió. Debido a ello, sostuvo que, durante la secundaria, los maestros deben ayudar a las chicas a elegir carreras que no sean típicamente femeninas, como ingeniería o matemática.

TESTIMONIOS
Recuerdos de la época escolar
"Recuerdo con afecto mis años de escolar en La Inmaculada: el terremoto de 1940 y la bendición recibida del inolvidable padre Belaúztegui. El recuerdo se tiñe de sombras al pensar que cantábamos el himno franquista antes de clases. Es fácil envidiar a los niños hoy, que pierden temprano sus inhibiciones con el sexo opuesto, pero me pregunto si con eso no se pierden también el misterio del otro sexo y los fascinantes vericuetos del amor".
FERNANDO DE SZYSZLO. ARTISTA PLÁSTICO

"Como mi madre, estudié en el colegio Villa María. Allí recibí los conocimientos con los que luego ingresé a la universidad. Pero confieso que en las clases no se interesaban mucho por las artes ni por la libertad de expresión artística. En ese tiempo los niños me parecían extraños y yo era muy tímida. Por eso relacionarme con el sexo opuesto me daba mucho temor, los veía muy agresivos. Si hubiera estudiado en un colegio mixto, esto tal vez no hubiera ocurrido".
MORELLA PETROZZI. BAILARINA

"Yo estudié en el colegio nacional José Olaya de La Perla (Callao), que era un colegio mixto donde los chiquillos eran más malcriaditos. Luego pasé a estudiar en un colegio privado en San Miguel, donde la gente era más tranquila y pude tener una mejor educación. Cuando los colegios son solo de varones concentran más rebeldía y los chicos son más malcriados; en cambio, en los mixtos los hombres tratan de portarse bien frente a una mujer".
JONATHAN MAICELO. BOXEADOR

"Estudié en el colegio Antonio Raimondi. Entonces se separaba a niños y niñas y era un problema serio porque el mundo no es así. Mi primer contacto con las mujeres fue en la universidad. Un absurdo. Aunque no necesariamente explícita, en el colegio había una sobrevaloración del hombre y no creo que se impulsaran muchos valores, sino una disciplina que no daba capacidad a la reflexión. Mis hijos han estudiado en colegios mixtos y laicos".
GIANFRANCO BRERO. ACTOR

LAS CIFRAS
62,5%
De limeños y chalacos considera que la educación mixta es mejor que la educación diferenciada, reveló una encuesta de la Universidad de Lima de febrero de este año.

70%
De los que opinaron así tiene entre 28 y 37 años y el 77% de ellos pertenece al nivel socioeconómico A.

54,2%
De los entrevistados considera que la educación actual es mucho mejor que la que recibieron y el 24% cree que es peor o mucho peor.

1'807.688
Niños y jóvenes estudian en colegios públicos y privados en el país, según datos del 2009 registrados por el Ministerio de Educación.

EL DATO
Una mínima fracción
Apenas 2 de los 78 planteles de Fe y Alegría en el país no son mixtos, indicó el padre Juan Cuquerella, director nacional de la institución. Estos se ubican en la selva.



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