viernes, 2 de abril de 2010

capilla sixtina


 

¿Qué esconde la Capilla
Sixtina?<http://www.milordftp.com.ar/foro/index.php?topic=899.msg1789#msg1789>

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MENSAJES OCULTOS, ALGUNOS DE TIPO CABALÍSTICO Y OTROS MUY POCO CATÓLICOS,
QUE MIGUEL ÁNGEL DEJÓ HACE 500 AÑOS PARA LA POSTERIDAD

Por Carmen Rodríguez / EFE Reportajes

Cada año, más de cuatro millones de personas visitan la Capilla Sixtina,
parada obligatoria en un tour por el Vaticano, para admirar los frescos del
genial Miguel Ángel (1475-1564). Sin embargo, pocos son los que pueden
descifrar los mensajes que escondió, desde referencias judías y cabalísticas
a conocimientos anatómicos y burlas a Julio II, quien le encargó la obra.

Esta teoría se expone en un libro de reciente publicación en español, "Los
secretos de la Capilla Sixtina. Los mensajes prohibidos del Miguel Ángel en
el corazón del Vaticano", escrito por Roy Doliner, especialista en historia
y doctrina judías, y Benjamin Blech, educador y escritor.

La Capilla Sixtina sería, según estas teorías, un reconocimiento a las
raíces judaicas de la religión cristiana, "un puente" entre judaísmo y
cristianismo, apunta el experto en arte y prologuista del libro, Enrico
Bruschini.

Doliner explicó a EFE que, cuando se acabó la limpieza de la Capilla
Sixtina, se dio cuenta de la existencia de símbolos e imágenes que no
correspondían con lo que señalaban las guías oficiales. "Empecé mis
investigaciones, pero era muy escéptico y, después de varios años y muchos
descubrimientos, finalmente Miguel Ángel me convenció".

PINTOR GENIAL

"En medio de una de las épocas más intolerantes y llenas de odio en Europa,
Miguel Ángel arriesgó su carrera e incluso su propia vida para promover el
entendimiento y la amistad entre religiones", asegura Doliner. Por ello
realizó un "inmenso e ingenioso acto de ocultación" de sus ideas, en
ocasiones sólo comprensible para los conocedores del Talmud o de la Cábala.

Miguel Ángel es uno de los pintores más famosos de la Historia, pero él se
consideraba escultor y, sin embargo, dedicó más de cuatro años a pintar la
bóveda (1508-1512) y, dos décadas después inició, en la pared del altar, "El
Juicio Final" (1535-1541)

El artista no había realizado antes un fresco y en la bóveda se enfrentó al
mayor del mundo -más de 1,100 metros cuadrados y 300 personajes- entre ellos
sibilas paganas, profetas hebreos y antepasados judíos de Jesús, pero llama
la atención que ninguno proceda del Nuevo Testamento.

Para el Vaticano -según explica el libro-, el concepto esencial de la bóveda
es la historia religiosa antigua, integrada por el paganismo y el judaísmo,
que desembocó en la llegada de Jesucristo, pero para Blech y Doliner la
realidad es diferente, y todo habría empezado años antes de que iniciase su
gran obra.

El joven Miguel Ángel Buonarroti estuvo en contacto desde su adolescencia
con maestros neoplatónicos "que buscaban crear una fusión entre la filosofía
platónica, el misticismo judío y el cristianismo", explica Doliner.

En esos años aprendió sus primeros conceptos esotéricos y se acercó a las
enseñanzas de la Torá, la Cábala, el Talmud y el Midrash.

LA TRADICIÓN DE LOS MENSAJES OCULTOS

La costumbre de ocultar significados fue una práctica extendida en la
historia del arte, seguida, entre otros, por Leonardo da Vinci, Sandro
Botticelli y Miguel Ángel, quien sobrecargó de personajes su obra para
disimular los mensajes que quería transmitir, que eran más osados cuanto más
altos y menos visibles en la bóveda de la capilla.
Pero no se trata sólo de detalles medio ocultos, sino que el artista eligió
además algunos episodios bíblicos protagonizados por héroes del Antiguo
Testamento y que esconden referencias cabalísticas.

El PAPA JULIO II

Giuliano della Rovere, el papa Julio II, era un hombre "cuyo ego no conocía
límites", pero con una vista tremenda para el talento artístico. Por eso
eligió a Buonarroti para decorar la bóveda de la Sixtina y le entregó un
proyecto cuyo punto central sería Jesucristo acompañado por los apóstoles.

Doliner explica cómo el artista logró que el Papa le dejara ejecutar su
propio proyecto: "la adulación". La primera figura que pintó fue "un apuesto
perfil de Julio II encarnando al profeta Zacarías y situado justo sobre la
puerta por la que entraban los Papas, lo que suponía que todos los futuros
Papas deberían caminar bajo sus pies" y eso "le gustó tanto que dio a Miguel
Ángel carta blanca para hacer el resto de la bóveda".

Pero además dibujó dos angelitos, uno de ellos oculto entre sombras, que
dirige hacia la nuca del Papa-profeta un puño cerrado con el pulgar que
sobresale entre el índice y el corazón, "un gesto extremadamente obsceno" en
aquella época. Si Julio II lo hubiese descubierto, la carrera y seguramente
la vida de Miguel Ángel habrían acabado allí mismo.

La Iglesia descubrió alguno de los mensajes secretos "más tarde, y se
enfadaron tanto que se refirieron a ellos como 'esas obscenidades y
herejías' en los frescos", explica el escritor.

LA FRANJA CENTRAL

La franja central de la bóveda es la parte más famosa de los frescos y,
según el diseño original, debía estar decorada con un dibujo geométrico, a
lo que Miguel Ángel se opuso y logró el permiso del Papa para plasmar su
idea.

La imagen más conocida de la Capilla Sixtina, la Creación de Adán, oculta un
inesperado secreto, descubierto en 1975 por un cirujano durante una visita
turística. Al mirar la gran capa que envuelve a la figura de Dios, no tuvo
dudas de que estaba ante una sección transversal del cerebro. En otro de los
frescos, los autores apuntan que puede verse, en una capa color púrpura, la
forma y detalles de un riñón.

En cada uno de los paneles de la franja central, el artista incluyó detalles
de la tradición judía, así el árbol de la fruta prohibida no es un manzano
sino una higuera, y el arca de Noé no tiene forma de barca sino de caja.

EL JUICIO FINAL

Años después de que acabara la bóveda, Miguel Ángel fue llamado por Clemente
VII para pintar la pared del altar de la Capilla Sixtina. En aquella época,
Buonarroti tenía 60 años y dedicó casi siete a completar el trabajo, con el
apoyo de dos ayudantes.

Esta obra está también cuajada de detalles heterodoxos, que rompían con los
moldes de la tradición cristiana oficial, y encierra uno de los mensajes que
más sorprendió a Doliner.

"En medio de los santos católicos y en el círculo interno de las Almas
Elegidas en el Cielo, Miguel Ángel escondió a dos religiosos judíos (uno
lleva el sombrero con picos y el otro la redondela amarilla que la Iglesia
les obligó a portar en diversas épocas). Eso estaba completamente prohibido
y era muy peligroso en aquella época, pero él lo hizo y la Iglesia no supo
que estaban allí durante cinco siglos".

Otra "jugada" de Buonarroti fue ridiculizar al maestro de ceremonias de
Pablo III, Biagio da Cesena, quien criticó el fresco antes de que estuviera
acabado. La última figura que pintó el artista fue la del rey Minos camino
del infierno, con la cara de Da Cesena, lo que provocó no pocas risas en la
inauguración oficial.

Da Cesena suplicó al Papa para que su rostro fuera sacado del fresco, a lo
que éste contestó: "Hijo mío, el Señor me ha concedido las llaves para
gobernar el Cielo y la Tierra. Si deseas salir del Infierno, habla con
Miguel Ángel". http://goo.gl/o0Zt

*Vilma (7mares)

«Uno no es por lo que escribe, sino por lo que ha leído». JLB

http://libros_a_mares.my-php.net/index.php
http://7mares.podOmatic.com
http://www.turboupload.com/7mares

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