Sobre el Día del Maestro
Aunque han pasado algunos días de la celebración del Día del Maestro (6 de julio), el tema es tan relevante que creo que vale la pena escribir sobre la importancia de quienes educan a los niños, desde las cunas, pasando por el kindergarten, el nivel primario, el secundario y la educación universitaria. La mayoría tiene la impresión de que el profesor universitario, debido al alto nivel de su enseñanza, es el más importante. Pero se equivocan pues, aunque no lo parezca, el más importante de todos es el profesor de primaria.
Antes de seguir adelante quiero referirme a una injusticia. El Día del Maestro no debería llamarse así, sino el Día del Maestro y de la Maestra, pues las mujeres desempeñan un rol tan importante, tal vez superior, al de los hombres.
El primer contacto que tiene el niño con la educación, aún muy pequeño, es en las cunas. Ahora bien, aunque las cunas son importantes, considero que el nivel fundamental es el primario. Porque si bien es cierto la formación de las cunas tiene un fuerte impacto en los educandos, la enseñanza de conocimientos bien definidos comienza en la primaria.
En este sentido es fácil darse cuenta de la importancia de la primaria. Porque en este nivel comienzan a enseñarse las materias básicas de todo el saber humano. El primer paso es la aritmética, que es la base del gigantesco edificio del conocimiento matemático. Y también la geometría, que es el complemento de la aritmética. Asimismo, se enseña al niño los rudimentos de la historia del Perú, geografía, y las primeras nociones de educación cívica.
La educación ha existido desde épocas muy antiguas. Uno de los pueblos más notables de la historia fue Grecia, en que las reflexiones sobre su propia historia fueron considerables. En el maravilloso libro de Jaeger "Paideia" se muestra la importancia que le dieron los griegos a la educación y debido a esta manera de apreciarla tuvieron una cultura que ha sido la cuna de la civilización occidental.
Los maestros han sido apreciados en todas las épocas de nuestra historia. Así, en la Edad Media destacan figuras como Abelardo y Santo Tomás. En el Renacimiento tenemos personalidades como Erasmo y Lutero. No fueron profesores de colegios o universidades, pero cada uno a su manera enseñó el camino que el hombre debía seguir.
En el Perú, en los albores del presente siglo aparece la extraordinaria figura de Federico Villarreal, un matemático que recrea gran parte de la ciencia exacta de su época, quien sin haber tenido ningún contacto con la matemática europea descubre una serie de conceptos y teoremas importantes. Hacia 1929, el gran centro de la enseñanza era la Universidad de San Marcos.
Entre sus grandes profesores destacan, alrededor de la década del 30, entre todos, la figura epónima de Jorge Basadre, el más grande historiador de nuestro país y uno de los intelectuales más importantes, Julio C. Tello, el gran arqueólogo nacional, Valcárcel, uno de los primeros en exigir la redención del indio, José Antonio Encinas y Cristóbal de Losada y Puga, que cuando se ignoraba aún la obra de Villarreal es el primero en publicar matemáticas de alto nivel.
En los últimos años deben contarse entre los grandes maestros a Carlos Cueto Fernandini, Luis Felipe Alarco y Andrés Cardó Franco.
Termino diciendo que considero una desgracia que el nivel actual de la educación sea tan bajo. La única manera de mejorarla es que el presupuesto del rubro educacional esté entre los más altos del Estado. Y nuevamente escribo una frase que he escrito muchas veces: ¡La educación debe ser una pasión nacional!
(*) Codirector general
No hay comentarios:
Publicar un comentario