domingo, 21 de febrero de 2010

Seguimos calculando en vez de gobernar

Del bono al voto militar y policial

 

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Anzuelos electorales en cuarteles y comisarías.

El mismo gobierno que cuadró al Congreso por promover un bono extraordinario para militares y policías, al final decidió patear el problema para adelante también con un bono extraordinario y una comisión que identifique soluciones de fondo para dichas remuneraciones. Aunque el esquema anunciado es algo diferente, no hay duda de que el Legislativo le ganó esta batalla al Ejecutivo.

El propio presidente Alan García lo anunció, el sábado por la mañana, en Palacio de Gobierno, en medio de un contexto crecientemente tenso en cuarteles y comisarías: mil soles para todos los suboficiales y oficiales desde alférez hasta comandante.

El costo total será de alrededor de 150 millones de soles y se financiará, a diferencia de lo planteado por el Congreso, con recursos de los ministerios del Interior y Defensa, lo que implicará el recorte del gasto corriente y de las inversiones que ya estaban previstos en estos sectores.

Como todo pago por una sola vez, y por un monto de solo mil soles, este bono no va a arreglar nada más allá de ser una señal de preocupación e interés del gobierno. Este se explica por el tremendo atraso salarial y por el antiguo desinterés por resolver el problema con una perspectiva de largo plazo, lo cual ha dado lugar a la creación de una comisión de ministros que, en 180 días, deberá tener una propuesta. Dicho esquema debiera ser parte de una reforma más profunda aún de ambas instituciones, con planteamientos que el gobierno aprista –al igual que todos los previos– ha carecido hasta el momento.

Un plazo de 180 días significa agosto de este año, cuando la campaña municipal-regional esté en su apogeo, y la presidencial-parlamentaria bien caliente, por lo que las remuneraciones castrenses serán tema de la agenda de la próxima elección.

Es obvio que la peor oportunidad para discutir sueldos con alguien es cuando, simultáneamente, se le pide su voto. Entre miembros en actividad y retiro de las fuerzas armadas y policiales, más familiares y allegados, quizá hablemos de alrededor de un millón de votos que serán seducidos por los candidatos.

¿Quién se los llevará? ¿Luis Giampietri por su papel en el logro del bono? ¿Ollanta Humala si, como parece, llevará en sus listas a los policías destituidos que participaron en el plantón frente al MEF? ¿Edwin Donayre sacará alguito?

Lo más probable es que todos los partidos tiren anzuelos en cuarteles y comisarías con ofertas salariales, así como con militares y policías en sus listas al Congreso, al igual que ahora todos los partidos llevan su voleibolista, por lo que quizá este voto se acabe distribuyendo en proporción a la votación general del país.

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