viernes, 5 de noviembre de 2010

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

 

Tomado de Planeta-X
>
>
>Carlo M. Cipolla (1922-2000)
>
>Historiador italiano especializado en la historia de la economía. Nacido en
>Pavía, estudió en la Sorbona y en la London School of Economics. Empezó a
>trabajar en la Universidad de Catania, en Sicilia, pasando después por las
>universidades de Venecia, Turín, Florencia, Pavía y Pisa. En 1959 se incorporó a
>la Universidad de California en Berkeley donde permaneció hasta su retiro en
>1991.
>Fue un autor prolífico, creativo y con diversidad de intereses. Su autoridad fue
>siempre reconocida en la historia económica, especialmente en la historia del
>dinero y de la población, pero trabajó también en la historia de la tecnología,
>la alfabetización y los sistemas sanitarios.
>Obtuvo numerosos reconocimientos y honores, desde el doctorado honorífico en
>medicina por la universidad de su Pavía natal, hasta la membresía en la Royal
>Historical Society of Great Britain, la American Academy of Arts and Sciences, y
>la Accademia dei Lincei, a la que habíapertenecido Galileo.
>Uno de los trabajos más divulgados de Carlo M. Cipolla es su breve análisis
>económico, demográfico e histórico de la estupidez humana que publicó en su
>libro "Allegro ma non troppo"de 1988. No es su trabajo más formal, ni el mas
>serio, ni el que le dio más prestigio académico, pero vamos a hacer aquí una
>presentación somera de su contenido en la confianza de pueda servir de aviso al
>lector y contribuir así al progreso del conjunto de la sociedad
>Obras destacadas:
> * Moneda, precios y civilización en el área mediterránea (1956)
> * Le Avventure della lira (1958)
> * Hombres, técnicas, economía (1962)
> * Historia económica de la población mundial (1962)
> * Educación y desarrollo en Occidente (1969)Historia económica de Europa (9
>vols., 1972-1976)
> * Historia económica de la Europa preindustrial (1974)
> * Contra el enemigo invisible (1985)
> * Allegro ma non troppo (1988)
> * Miasmas y humores (1989)
> * La odisea de la plata española (1999)
>Ver más abajo de esta página la Bibliografía completa de Carlo M. Cipolla
>Las leyes fundamentales de la estupidez humana
>(basado en Cipolla, Allegro ma non troppo)
>
>Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de
>individuos estúpidos en circulación
>A primera vista esta afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco
>generosa, o quizá las tres cosas a la vez. Sin embargo, un examen más atento
>revela de lleno la rotunda veracidad de esta afirmación. Cipolla considera que
>por muy alta que sea la estimación cuantitativa que se haga de la estupidez
>humana, siempre quedaremos sorprendidos de forma repetida y recurrente por el
>hecho de que:
>a. personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado
>resultan ser inequívocamente estúpidas;
>b. día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y
>obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen
>de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos.
>La Primera Ley Fundamental impide la atribución de un valor numérico a la
>fracción de personas estúpidas respecto del total de la población. Cualquier
>estimación numérica resultaría ser una subestimación. Por ello en las líneas que
>siguen se designará la proporción de personas estúpidas en el seno de una
>población con el símbolo σ.
>Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es
>independiente de cualquier otra característica de esa persona.
>No todos los humanos son iguales ya que unos son más estúpidos que otros. Según
>Cipolla, el grado de estupidez viene determinado genéticamente por la
>naturaleza pero no está asociado a ninguna otra característica de raza, sexo,
>nacionalidad o profesión.
>El profesor Cipolla realizó amplios estudios demográficos con muy diversos
>sectores de la población. Inicialmente afirma haber comprobado que entre los
>trabajadores "de cuello azul" existía una fracción σ de estúpidos y que esa
>fracción era mayor de lo que esperaba, con lo que se confirmaba la primera Ley.
>Sospechando que podía deberse a falta de cultura o a marginalidad social estudió
>muestras de trabajadores "de cuello blanco" y a estudiantes, comprobando que
>entre ellos se mantenía la misma proporción. Más sorprendido aún quedó al medir
>el mismo parámetro entre los profesores de universidad. Decidió por tanto
>expandir sus estudios hasta la élite de la sociedad, los laureados con el Premio
>Nobel. El resultado confirmó el poder supremo de la naturaleza: una proporción σ
>de laureados con el Nobel son estúpidos.
>
>Tercera Ley Fundamental (o de Oro): una persona estúpida es aquella que causa
>pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí
>mismo e incluso incurriendo en pérdidas.
>El análisis de costes y beneficios de Carlo M. Cipolla permite clasificar a los
>seres humanos en cuatro tipos de personas, cada uno de los cuales ocupa un
>cuadrante en un sistema de coordenadas. Si representamos en el eje de abcisas el
>beneficio, positivo o negativo, que obtiene el individuo y en el eje de
>ordenadas el beneficio (+) o coste (-) que causa a los demás, podemos definir y
>estimar las coordenadas de los siguientes tipos:
>· Desgraciado (D): aquel que se causa un perjuicio a sí mismo,
>beneficiando a los demás.
>· Inteligente (I): aquel que se beneficia a sí mismo, beneficiando a los
>demás.
>· Bandido (B): aquel que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando
>a los demás.
>· Estúpido (E): aquel que causa pérdidas a otros, perjudicándose a la
>vez a sí mismo.
>
>Distribución de Frecuencia
>La mayoría de los individuos no actúa consistentemente. Bajo ciertas
>circunstancias una persona puede actuar inteligentemente y en otras actuar como
>desgraciado. La única importante excepción a esta regla es la de las personas
>estúpidas que normalmente muestran una fuerte tendencia hacia un comportamiento
>estúpido en cualquier actividad o empresa. Para los demás, podremos calcular su
>posición en el eje de coordenadas del gráfico 1 como una media de los resultados
>de sus acciones en términos de costes y beneficios causados sobre sí mismos y
>sobre los demás. Esta posibilidad nos permite hacer la siguiente digresión:
>Consideraremos un "bandido perfecto" aquel que mediante sus acciones obtiene
>para sí mismo un beneficio igual al coste que origina en los demás. Es el caso
>del ladrón que roba a otro cien euros sin causarle ningún coste adicional. Esta
>situación puede ser definida como un "juego de suma cero" en el que el conjunto
>de la sociedad ni gana ni pierde. El "bandido perfecto" quedaría representado en
>el eje de coordenadas del gráfico 2 sobre la línea OM que bisecta el cuadrante
>B.
>Sin embargo los "bandidos perfectos" son relativamente escasos. Es más frecuente
>que haya "bandidos inteligentes" (Bi) que obtienen más beneficios que los costes
>que causan, o "bandidos estúpidos" (Be), que para obtener algún beneficio causan
>un coste alto a los demás. Desgraciadamente los bandidos que permanecen por
>encima de la línea OM son relativamente poco numerosos. Es mucho más frecuente
>el individuo Be. Ejemplo de este último puede ser el ladrón que destroza los
>cristales de un coche para robar su radio o el que asesina a alguien para irse
>con su mujer a pasar un fin de semana en Montecarlo.
>
>El poder de la estupidez
>Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les
>resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona
>inteligente puede entender la lógica de un bandido. Las acciones de un bandido
>siguen un modelo de racionalidad. El bandido quiere obtener beneficios. Puesto
>que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener
>beneficios para sí procurando también beneficios a los demás, deberá obtener su
>beneficio causando pérdidas a su prójimo. Ciertamente, esto no es justo, pero es
>racional, y siendo racional, puede preverse. En definitiva, las relaciones con
>un bandido son posibles puesto que sus sucias maniobras y sus deplorables
>aspiraciones pueden preverse y, en la mayoría de los casos, se puede preparar la
>oportuna defensa.
>
>Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está
>implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida nos perseguirá
>sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más
>impensables. No existe modo racional de prever si, cuando, cómo y por qué, una
>criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno
>está completamente desarmado.
>
>Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la
>racionalidad, es lógico pensar que tienen todas las de ganar porque:
>a. generalmente el ataque nos coge por sorpresa.
>b. incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar
>una defensa racional porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de
>estructura racional.
>El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean
>absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa,
>sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Y hay que tener en
>cuenta también otra circunstancia: la persona inteligente sabe que es
>inteligente; el bandido es consciente de que es un bandido y el desgraciado
>incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Pero al
>contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido y esto
>contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder
>devastador.
>
>Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el
>potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial,
>olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar
>y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un
>costosísimo error.
>No hay que asombrarse de que las personas desgraciadas e incautas, es decir, las
>que en los gráficos 1 y 2 se sitúan en el cuadrante D, no reconozcan la
>peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una
>manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente
>sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni los bandidos consiguen
>muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez. Es
>extremadamente difícil explicar por qué sucede esto. Se puede tan sólo formular
>la hipótesis de que, a menudo, tanto los inteligentes como los bandidos, cuando
>son abordados por individuos estúpidos, cometen el error de abandonarse a
>sentimientos de autocomplacencia y desprecio en lugar de preparar la defensa y
>segregar inmediatamente cantidades ingentes de adrenalina ante tamaña situación
>de peligro.
>
>Uno de los errores más comunes es llegar a creer que una persona estúpida sólo
>se hace daño a sí misma, pero esto no es más que confundir la estupidez por la
>candidez de los desgraciados.
>
>A veces hasta se puede caer en la tentación de asociarse con un individuo
>estúpido con el objeto de utilizarlo en provecho propio. Tal maniobra no puede
>tener más que efectos desastrosos porque:
>
>a) está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la
>estupidez y
>b) da a la persona estúpida la oportunidad de desarrollar sus capacidades aún
>más allá de lo originalmente supuesto. Uno puede hacerse la ilusión de que está
>manipulando a una persona estúpida y, hasta cierto punto, puede que incluso lo
>consiga, pero debido al comportamiento errático del estúpido, no se pueden
>prever todas sus acciones y reacciones y muy pronto uno se verá arruinado y
>destruido sin remedio.
>
>A lo largo de los siglos, en la vida pública y privada, innumerables personas no
>han tenido en cuenta la Cuarta Ley Fundamental y esto ha ocasionado pérdidas
>incalculables.
>
>
>Macroanálisis y Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de
>persona más peligrosa que existe.
>Las consideraciones finales de la Ley cuarta nos conducen a un análisis de tipo
>"macro", según el cual, en lugar del bienestar individual, se toma en
>consideración el bienestar de la sociedad, definido, en este contexto, como la
>suma algebraica de las condiciones del bienestar individual. Es esencial para
>efectuar este análisis una completa comprensión de la Quinta Ley Fundamental. No
>obstante, es preciso añadir que de las cinco leyes fundamentales, la Quinta es,
>de largo, las más conocida.
>
>El corolario de la ley dice así:
>
>El estúpido es más peligroso que el bandido.
>
>La formulación de la ley y el corolario son aún del tipo "micro". Sin embargo,
>tal como hemos anunciado anteriormente, la ley y su corolario tienen profundas
>implicaciones de naturaleza "macro". Si todos los miembros de una sociedad
>fuesen bandidos perfectos, la sociedad quedaría en una situación estancada pero
>no se producirían grandes desastres. Todo quedaría reducido a transferencias
>masivas de riqueza y bienestar. Pero cuando los estúpidos entran en acción las
>cosas cambian completamente. La personas estúpidas ocasionan pérdidas a otras
>personas sin obtener ningún beneficio para ellas mismas y, por consiguiente, la
>sociedad entera se empobrece.
>El gráfico 3 muestra un sistema de clasificación simple entre las acciones que
>causan beneficio o perjuicio a la sociedad como un todo. Toda actividad
>representable a la derecha de la línea NOM implica una redistribución con
>beneficio social neto, mientras que las actividades que caen a la izquierda o
>debajo de dicha línea implican pérdidas sociales netas.
>El profesor Carlo M. Cipolla, erudito historiador que ha investigado
>intensamente la sociedad clásica romana, la sociedad medieval y muchas otras de
>la antigüedad, está perfectamente cualificado para afirmar, como hace, que el
>coeficiente σ es una constante histórica. ¿Por qué entonces unas sociedades
>prosperan y otras entran en decadencia? Depende exclusivamente de la capacidad
>de los individuos inteligentes para mantener a raya a los estúpidos.
>Más aún: en las sociedades en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos
>sigue siendo igual a σ; sin embargo, en el resto de la población Cipolla
>observa, sobre todo entre los individuos que están en el poder, una alarmante
>proliferación de bandidos con un elevado porcentaje de estupidez. Y entre los
>que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de los
>desgraciados incautos. Tal cambio en la composición de la población de los no
>estúpidos es el que refuerza inevitablemente el poder destructivo de la fracción
>σ y conduce al país a la ruina.
>Bibliografía completa de Carlo M. Cipolla
> 1. Profilo di storia demografica della città di Pavia, en «Bollettino Storico
>Pavese», VI (1943), pp. 5-87.
> 2. Condizioni economiche e gruppi sociali in Pavia secondo un estimo
>cinquecentesco, en «Rivista Internazionale di Scienze Sociali», 51 (1943), pp.
>264-87.
> 3. Il valore di alcune biblioteche nel Trecento, en «Bollettino Storico
>Pavese», VII (1944), pp. 5-20.
> 4. In tema di trasporti medievali, en «Bollettino Storico Pavese», VII (1944),
>pp. 21-56.
> 5. Per una storia del lavoro in Italia in «Bollettino Storico Pavese», VII
>(1944), pp. 65-80.
> 6. Finanze di borghi e castelli sotto il dominio spagnolo, en «Bollettino
>Storico Pavese», VIII (1945), pp. 5-19.
> 7. Architettura e storia sociale: il castello di Scaldasole, en «Bollettino
>Storico Pavese», VIII (1945), pp. 43-8.
> 8. La via delle lane inglesi verso la Lombardia, en «Bollettino della Società
>Pavese di Storia Patria», XLVI (1946), pp. 95-7.
> 9. Un'impresa mineraria del Quattrocento, en «Bollettino della Società Pavese
>di Storia Patria», XLVI (1946), pp. 69-78.
> 10. Popolazione e proprietari delle campagne attraverso un ruolo di
>contribuentí del secolo XII, en «Bollettíno della Società Pavese di Storia
>Patria», XLVI (1946), pp. 85-93.
> 11. Une crise ignorée. Comment s'est perdue la propriété ecclésiastique dans
>I'Italie du Nord entre le XI et le XVI siècle, en «Annales E.S.C.», 2 (1947),
>pp. 317-27.
> 12. La svalutazione monetaria nel Ducato di Milano alla fine del Medio Evo, en
>«Giornale degli Economisti», n.s., 6 (1947), pp. 540-50.
> 13. Studi di storia della moneta. I movimenti dei cambi in Italia dal sec. XIII
>al sec. XV, Pavia, 1948.
> 14. La storia rurale del Medioevo nella Cambridge Economic History, en «Rivista
>Storica Italiana», 61 (1949), pp. 111-6.
> 15. Encore Mahomet et Charlemagne: l'économie polítique au secours de
>l'histoire, en «Annales E.S.C.», 4 (1949), pp. 4-9.
> 16. Per la storia della popolazione lombarda nel sec. XVI, in Studi in onore di
>G. Luzzatto, Milano, 1949, pp. 144-55
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>Economic History Review», 2 (1949-50), pp, 181-4.
> 18. Anthropologie et démographie. Moyen Age (in coll. con J. Dhondt, M. Postan
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> 20. Economic Stagnation in Italy?, en «Il Politico», 15 (1950), pp. 304-10.
> 21. Per la storia della crisi del sistema curtense in Italia: lo sfaldamento
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>per il Medio Evo e Archivio Muratoriano», 62 (1950), pp. 283-304.
> 22. Il trend economico nello Stato di Milano durante i secoli XVI e XVII- il
>caso di Pavia (in coll. con G. Aleati), en «Bollettino della Società Pavese di
>Storia Patria», 50 (1950), pp. 21-34.
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>della metà del '500, en «Studi di storia economica e statistica dalla Facoltà di
>Economia e Commercio dell'Università di Catania», 1 (1950-1), pp. 5-13.
> 24. Questioni aperte sul sistema economico dell'alto medioevo, en «Rivista
>Storica Italiana», 63 (1951), pp. 95-9.
> 25. Teoria economica e storia economica, en «Moneta e Credito», 16 (1951), pp.
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> 26. Verso il Far West. Le esplorazioni dell'occidente nordamericano e la
>ricerca dei passaggi verso il Pacifico, Tolino, 1952.
> 27. Mouvements monétaires dans l'Etat de Milan 1580- 1700, Parigi, 1952.
> 28. Note sulla storia del saggio d'interesse. Corso, dividendi e sconto dei
>dividendi del Banco di S. Giorgio nel sec. XVI, en «Economia Internazionale», V
>(1952), PP. 255-70.
> 29. Tbe Decline of Italy: the Case of a Fully Matured Economy, en «The Economic
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> 30. Agli inizi della Rivoluzione Industriale nell'economia ligure, in Genova.
>Uomini e Fortune, Genova, 1953, pp, 3-24.
> 31. Contributo alla storia dei consumi e del costo della vita in Lombardia agli
>inizi dell'età moderna (in coll. con G. Alcati), in Hommage à Lucien Febvre,
>Parigi, 1954, vol. 2, pp, 317-41.
> 32. La prétendue révolution des prix: réflections sur l'expérience italienne,
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> 33. Asteriscbi, en «Le Stagioni, inverno 1965-66», pp. 8-17.
> 34. Money, Prices and Civilization in the Mediterranean World. Fifth to
>Seventeenth Century, Princeton, 1956 (trad. it. Moneta e civiltà mediterranea,
>Venezia, 1957).
> 35. Prezzi, salari e teoria dei salari in Lombardia alla fine del Ciqnuecento,
>en «Quaderni di Storia ed Economia», 1 (1956), pp. 7-18.
> 36. Argento tedesco e monete genovesi alla fine del Quattrocento, en «Rivista
>Italiana di Numismatica e Scienze Affini», LVIII (1956), pp. 100-7.
> 37. Università ed organizzazione aziendale. Per la riforma delle Facoltà di
>Economia per la preparazione dei dirigenti industriali (a cura di C.M. CipoUa,
>L. Gangemi, S. Valle), Napoli, 1957.
> 38. L'economia milanese alla metà del secolo XIV: I movimenti economici
>generali (1350-1500), in Storia di Milano, t. VIII, Milano, 1957, pp. 337-85.
> 39. Per la storia delle terre della «Bassa» Lombarda, in Studi in onore di A.
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> 40. Le avventure della lira, Milano, 1958; Bologna, 1975.
> 41. Aspetti e problemi dell'economia milanese e lombarda nei secoli XVI e XVII
>(in coll. con G. Alcati), in Storia di Milano, t.XI, Milano, 1958, pp. 377-99.
> 42. Storia dell'economia italiana. Volume 1: Secoli settimo- diciassettesimo (a
>cura e con introduzíone di C.M. Cipolla), Torino, 1959.
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>strutture sanitaria nell'ltalia del Rinascimento, Bologna, 1986).
> 65. Pepper, Wíne (and wool) as the Dynamic Factors of the Social and Economic
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>Renaissance Italy and Seventeenth Century Holland (a cura di F. Krantz e P.M.
>Hohenberg), Montreal, 1975, pp. 8-10.
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> 74. Public Healtb and the Medical Profession in the Renaissance, Cambridge,
>1976 (il secondo capitolo è stato tradotto con il titolo La professione medica
>in Toscana nel 1630 in Contro un nemico invisibile. Epidemie e strutture
>sanitarie nell'Italia del Rinascimento, Bologna, 1986).
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> 108. Per una storia della farmacia in Italia: Milano e Lombardia (testi di C.
>Cipolla, A. Russo, D. Zanetti), Bologna, 1992.
> 109. Tre storie extra vaganti, Bologna, 1994.
> 110. Storia facile dell'economia italiana dal Medioevo ad oggi (a cura e con
>introduzione di C.M. Cipofia), Milano, 1995.
> 111. Conquistadores, pirati, mercatanti. La saga del'argento spagnuolo,
>Bologna, 1996.
> 112. Del prevedere, in 1996. Dove va l'economia italiana? (a cura di J.
>Jacobeffi), Bari, 1996, pp. 18-20.
> 113. L'importanza del notaio nella città medievale, in Albertano da Brescia.
>Alle origini del Razionalismo economico, dell'Umanesimo civile, della Grande
>Europa (a cura di F. Spinelli), Brescia, 1996, pp. 43-9.
> 114. Il linguaggio degli occhi, Milano, 1997.
>
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>Observa tus pensamientos, se convertirán en tus palabras.
> Observa tus palabras, se convertirán en tus acciones.
> Observa tus acciones, se convertirán en tus hábitos.
> Observa tus hábitos, se convertirán en tu carácter.
> Observa tu carácter. se convertirá en tu destino.
> Mohandas Karamchand Gandhi
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